Los alumnos del colegio La Paloma de Castropol iniciaron ayer un singular viaje a Santiago de Compostela. Singular porque lo harán sin salir de su propio concejo, a excepción de la última etapa, que, si cumplen los objetivos fijados por el centro, podrán realizarla entre el Monte del Gozo y la capital de Galicia.

La idea partió del profesor de Educación Física Mario García, que quería fomentar las conductas saludables y la actividad física entre los más pequeños. Así fue como nació el proyecto "Camino de Santiago virtual", que ayer se estrenó en el patio del colegio con éxito de implicación y buen ánimo.

La idea es que los niños caminen hasta junio los 213 kilómetros de Camino que separan Castropol de Santiago. Se les entregará a cada uno un carné similar a la credencial que llevan los peregrinos y se les irán poniendo sellos a medida que justifiquen haber realizado los kilómetros de cada etapa.

En total, han dispuesto diez etapas y la idea es que los pequeños caminen dos kilómetros diarios durante 20 semanas, es decir, una media de 10 kilómetros a la semana. La propuesta del centro es que los pequeños realicen las caminatas en casa junto a su familia, pero saben que no siempre es posible, así que han dispuesto un circuito en el patio del colegio, que cuenta con réplicas de las señales del Camino de Santiago para motivar más a los caminantes.

Se trata de un circuito de 500 metros por todo el perímetro del patio del colegio, así que, con dar cuatro vueltas caminando, ya queda lista la tarea diaria. "A los que me vayan diciendo por semana que lo están haciendo en casa, no les voy a dejar hacerlo en el recreo", añade García, ya que lo que más interesa a la dirección del centro es que sea una actividad realizada en familia y no tanto en el colegio.

La ruta se abrió ayer a la hora del recreo, aprovechando la tregua que dio el mal tiempo de estos días. De hecho, el sol brilló con fuerza, haciendo más lucida la actividad.

"Me parece que es una actividad innovadora en la zona y surge de la necesidad de hacer algo desde el centro en relación con el fomento de la actividad física", remarca el director, José Manuel Fernández. Insiste, además, en la importancia de que sean las familias las que se impliquen. En este sentido, Mario García indica que, de momento, ha habido muy buena acogida entre los progenitores: "Hay padres que están pensando incluso en organizar alguna quedada los fines de semana para hacer alguno de los tramos del Camino que hay por esta zona", manifiesta.

Los niños se mostraron encantados y motivados con este reto, y asistieron a la puesta de largo del proyecto ataviados con bastonesy conchas cual peregrinos en ruta a Compostela. "Empezaron muy motivados y tengo hasta que frenarlos porque, si no, acaban la ruta en mes y medio", bromea el docente Marío García, que confía en que logren continuar con ánimo hasta el final.

Como prueba de su implicación está el ritmo al que realizaron la caminata de ayer, prácticamente a la carrera. Alguno de los chavales, al finalizar, quería incluso dar más vueltas de las previstas para reunir más kilómetros.

Su buen comportamiento y respuesta tuvieron premio y, ya que dedicaron veinte minutos del recreo a la caminata, la dirección del centro decidió alargar el tiempo de descanso para dejarles reponer fuerzas.

La actividad va dirigida a todos los alumnos de Primaria de La Paloma, aunque tampoco se excluye a los de Infantil, y prueba de ello fue el pequeñín que ayer se animó a hacer el recorrido con su bastón y su concha.

Precisa Mario García que, si el experimento sale bien y los niños responden, el año que viene podrían ampliar la distancia y salir desde más lejos. Él, de momento, da ejemplo y se está planteando hacer corriendo la distancia entre Roncesvalles (Navarra) y Santiago de Compostela.