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Occidente al día

Castropol se pone a leer de noche

"El libro y la lectura no saben de horarios", dice la bibliotecaria en el cuentacuentos protagonizado por profesionales con trabajos nocturnos

Los pequeños, preparados para la lectura. T. C.

El sargento de la Guardia Civil de Castropol, José García Herva, cambió anteayer los atestados policiales por los cuentos infantiles. Fue uno de los siete invitados -todos personas que trabajan por la noche, desde enfermeras a técnicos de ambulancias- a la actividad "Cuentos bajo las estrellas: picnic literario", que promovieron por vez primera la biblioteca Menéndez Pelayo y el colegio La Paloma dentro de su exitoso programa de animación lectora "Padrinos y Madrinas de lectura".

"Hoy un grupo de personas con horarios nocturnos nos van a hacer un gran regalo. A pesar de sus horarios también tienen tiempo para leer, porque el libro y la lectura no saben de horarios", contó la bibliotecaria Manuela Busto a los más de setenta niños que se apuntaron a esta original actividad. El mal tiempo obligó a trasladarla a la Casa de Cultura e impidió hacerla en el parque Vicente Loriente bajo las estrellas, tal y como estaba previsto. Sin embargo, los organizadores se esforzaron por crear el ambiente idóneo para la lectura, con los niños tapados con mantas y la luz tenue de las velas con las que llenaron la sala.

Busto explica que con esta propuesta se cumple el doble objetivo de dar visibilidad a determinadas profesiones y también permite dejar claro que la lectura "está presente en todas las edades y profesiones". También, añade, es una forma de implicar a la comunidad educativa en este proyecto lector, gestado gracias al trabajo conjunto de la dirección del colegio, de la Asociación de Madres y Padres de Alumnos (AMPA) y de la biblioteca local.

Abrió el turno de palabra el director del colegio, José Manuel Fernández, que aprovechó para leer un poema dedicado a la lluvia, ya que hizo acto de presencia sin estar invitada a la fiesta. A continuación, intervinieron los invitados: todos ataviados con sus trajes de faena, lo que llamó la atención de los más pequeños.

La primera fue Nuria Pérez, enfermera de profesión y ex alumna de La Paloma. Explicó a los niños que en los turnos nocturnos en el hospital de Lugo donde trabaja se dedica a cuidar a sus seres más queridos y que siempre la acompaña un libro para entretenerse en los ratos libres. Le siguió el sargento de Castropol quien recordó a los pequeños que junto a sus diez compañeros del puesto castropolense velan sus sueños: "Trabajamos por las noches para que vuestras carreteras y vuestras casas estén seguras". García Herva considera que la actividad es "estupenda" por lo que supone de fomento de la lectura, pero también es una oportunidad para la Guardia Civil "de acercarnos a la población desde edades tempranas" y propiciar que pierdan los prejuicios y miedos hacia los agentes del cuerpo.

También participó en la lectura colectiva el Policía Nacional Mario Rodríguez, el técnico de mantenimiento de ascensores Víctor José Balsa, los técnicos de ambulancias Pablo González y Nori Miranda y el bombero Manuel Guerra. Todos tienen alguna vinculación con el colegio La Paloma, ya sea por haber sido alumnos del centro o por tener en la actualidad hijos matriculados en el colegio.

El broche a la cita lo puso la música de la banda de gaitas El Penedón y no faltaron palomitas para cerrar este picnic literario que, dicen los organizadores, seguro que tiene continuidad

El programa "Padrinos y Madrinas de la lectura" nació hace cuatro años con el objetivo de fomentar el gusto por la lectura entre los más pequeños. El eje central de la actividad consiste en que los mayores del centro ejerzan de padrinos de los pequeños, a los que leen cuentos.

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