Tapia de Casariego fue una de las pocas localidades asturianas que pudo disfrutar de su procesión el Domingo de Ramos. La borrasca "Hugo" ya había abandonado la zona cuando cientos de personas se congregaron en la plaza de Campogrande, en el corazón de la villa, para proceder con el ritual de la bendición de los ramos y la representación de la entrada de Jesús de Nazaret en Jerusalén. El buen tiempo bendijo la celebración. "Aunque las previsiones eran muy malas, nosotros teníamos contratado este rayo de sol", comentó el párroco Andrés Pérez instantes antes de bendecir ramos y palmas.

La procesión tapiega, aunque de reciente instauración, es una de las más peculiares de la comarca. Su particularidad radica en que es realmente un burro quien acarrea a un joven durante la representación de este episodio bíblico. En este caso, es una burra, "Cuca", que ya había participado en otras procesiones y en actos como la cabalgata de Reyes. Se le notan las tablas: ni un mal gesto durante toda la procesión.

Los actos en Tapia están organizados por la Cofradía de Nuestra Señora de los Dolores y del Santo Cristo, que fue instaurada en el año 2015 y que cuenta con más de un centenar de cofrades, y otros muchos voluntarios. Su misión es dar forma a los actos de Semana Santa en la localidad. El buen tiempo, dicen, es "un encargo". "En los últimos años, y a pesar de las malas previsiones, siempre tuvimos un tiempo espléndido. La verdad es que ayer no creíamos que pudiésemos salir, pero al final salimos, pusimos espadana en el suelo como alfombra, y todo salió todo genial", valoró Amalia López, tesorera de la cofradía.

Se trata de un colectivo con gran iniciativa, que pretende ir sumando propuestas para estas fiestas de Pascua. "Siempre tratamos de dar con nuevas ideas. Este año, será hacer presente el Via Crucis en la calle, con unas cruces que van a portar los cofrades", reseña López, que también valora "muy positivamente" la acogida que están teniendo por parte de todos los vecinos. "Mucha gente apoya nuestro trabajo, y poco a poco estamos logrando donativos para mejorar en todos los aspectos. Tenemos una muy buena respuesta por parte de la gente", añade.

Donde ayer no tuvieron tanta suerte con el tiempo fue en Luarca. El inicio de su Semana Santa, una de las más reconocidas de toda la región, sufrió las consecuencias de la borrasca. Mucho frío, lluvia y viento azotaban la capital valdesana a la hora en que estaba prevista la procesión. "Es una celebración en la que los protagonistas son los niños, y no los queríamos exponer a este frío. La bendición de los ramos se realizó en el interior de la iglesia", apuntó el hermano mayor de la Real Hermandad de Luarca, Evaristo Guardado. Los actos religiosos se retomarán en Luarca el miércoles, con la procesión del Cristo del Perdón. El Jueves Santo será el turno para la procesión del Nazareno, y el Viernes Santo la del Santo Entierro.