La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Ibias da vida de nuevo a sus caminos antiguos

Los organizadores de una ruta de motos - y quads recuperan sendas de los montes - del concejo y los protegen contra incendios

Jesús Fernández arregla un camino. REPRODUCCIÓN DE D. Á.

Los antiguos caminos del concejo de Ibias están resurgiendo de entre los matorrales gracias al intenso trabajo que está realizando un grupo de 22 vecinos del municipio, que organiza una ruta de motos y quads el próximo 7 de abril por quinto año consecutivo. Hasta un total de 30 kilómetros de caminos en desuso creen que han rescatado del olvido y abandono y a los que han devuelto a su estado original.

Matorral, argayos, la caída y el nacimiento de árboles... habían desfigurado e inutilizado unas vías de tránsito que hasta no hace muchas décadas eran las principales formas de comunicación entre los pueblos del concejo. Por ellos se cruzaban vecinos, ganado y los carros que iban de unas localidades a otras, pero con la construcción de las carreteras y el paulatino abandono de las zonas rurales su uso se fue minimizando hasta el punto de llegar casi a desaparecer.

Entre las sendas más antiguas y peor conservadas que se han recuperado para esta quinta edición de la ruta se encuentra la que une Vilar con Cecos, también Vilar con San Esteban, parte de un camino real; Cuantas con San Antolín de Ibias, y los caminos que van a Arandoxo, un pueblo abandonado desde la década de los setenta y en el que se han recuperado su salida a la sierra y el antiguo camino que lo comunica con Folgueiras, un tramo que además forma parte de una ruta turística de pequeño recorrido.

"Casi todos estos caminos llevan por lo menos 20 años abandonados, los vecinos estamos agradecidos con el trabajo que están haciendo para recuperarlos gracias a la ruta", asegura Raúl Rellán, vecino de Ibias.

Los integrantes de "Chass team", nombre del grupo que organiza la ruta, han estado trabajando durante cuatro meses, todos los fines de semana, para adecuar los tramos por los que transcurre el recorrido, que en total suma 150 kilómetros. Entre ellos no sólo figuran antiguos caminos, sino también pistas forestales y cortafuegos, en los que actúan.

"Realizamos una labor de recuperación de sendas, pero también contra los incendios forestales, ya que, aunque en muchos casos los desbroces que hacemos no sirven para frenar la fuerza de las llamas, sí se habilitan los accesos para poder atajarlos", explica Efrén Pérez, uno de los organizadores.

El trabajo que realizan es totalmente manual, con herramientas tradicionales, motosierras y desbrozadoras, y no finaliza con el desarrollo de la ruta, sino que, tras el evento, los miembros del "Chass Team" vuelven al monte para recoger las señalizaciones y reconstruir caminos o cunetas que pudieran quedar dañadas por el paso de los vehículos.

"En muchos sitios se ven estas salidas como terrorismo medio ambiental y nos acusan de destrozar los montes, pero en este caso lo que hace esta ruta es trabajar para mantenerlos", aseguran.

Las inscripciones para participar en la ruta están aún abiertas hasta el 1 de abril.

Compartir el artículo

stats