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Oscos-Eo plantea aprovechar los pinares de la comarca para extraer resina

"Es una forma de tener el monte cuidado y darle valor añadido", dice el presidente de la Mancomunidad

Un pinar junto al ramal de Barres, al fondo el polígono. T. CASCUDO

La Mancomunidad Oscos-Eo ve con buenos ojos el aprovechamiento resinero de los pinares de la comarca, una práctica que empieza a extenderse en la vecina comunidad gallega con buenos resultados. "Es una forma de tener el monte cuidado, de darle un valor añadido y, a la vez, de generar puestos de trabajo. No le vemos más que ventajas", manifiesta el presidente de la entidad y alcalde de Castropol, José Ángel Pérez.

Los responsables de la entidad han mantenido un encuentro con un resinero gallego para conocer los entresijos de este aprovechamiento, de cara a potenciarlo en la zona occidental. La intención de Oscos-Eo es pulsar el interés de los propietarios forestales y también de los autónomos ligados al monte para poner en marcha cursos de formación específica en este campo. "Queremos ver el interés que tiene la gente porque nos parece un proyecto guapo y que aporta riqueza a la comarca", añade Pérez.

El presidente de la Mancomunidad explica también que el aprovechamiento resinero de los pinares no merma los beneficios posteriores de la venta de madera; al contrario, permite generar valor añadido durante la época de crecimiento. "El pino se corta a los cuarenta años y el aprovechamiento de la resina puede hacerse a partir de los veinte años", precisa. Según la estimación inicial de la que dispone la entidad, teniendo una plantación de 5.000 ejemplares se podría generar un beneficio aproximado de unos 1.200 euros al año.

Pérez explica que otro beneficio añadido es el de la lucha contra los incendios, ya que el aprovechamiento de la resina supone tener el monte desbrozado y limpio. "Es un negocio que aporta beneficios para todos", señala.

La resina es un producto muy demandado por la industria química, pero también por otras, como la farmacéutica y la alimetaria. Sin embargo, pese a su demanda, la producción es muy baja, en parte por la dificultad de encontrar a gente formada en su extracción. Lo saben bien en el municipio segoviano de Coca, donde se abrió en 1860 la primera fábrica de transformación de resina del país. Están involucrados en una campaña de difusión de la resinación y, según los datos que manejan, España importa 50.000 toneladas de resina al año. Indican, además, que en Europa existe "una demanda de 280.000 toneladas anuales, mientras que se produce tan sólo un 1% del total necesario".

La ventaja de comunidades autónomas como la gallega y la asturiana es que, por las condiciones climáticas, un resinero puede trabajar durante más meses al año. En cambio, en la zona de Castilla, donde abunda más el oficio, se ven obligados a un período de descanso de hasta cuatro meses por el frío de la época invernal.

Oscos-Eo podría seguir ahora el modelo de otros concejos de la mariña lucense, como O Vicedo, donde el año pasado se impartió un curso de extracción de resina con el objetivo de formar expertos en la materia dispuestos a explotar el monte de la zona. La Mancomunidad promoverá formación si detecta interés.

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