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Quini, "hat-trick" en La Arquera

El fallecido ídolo futbolístico marcó tres goles en la inauguración del modesto campo del pueblo salense en 1971: "Lo hizo por amistad", dicen

La foto del Sporting de aquella jornada: de pie, empezando por la izquierda, Villa, Echevarría, Antonio Pendás, Piñera, Núñez y José Manuel; agachados, por la izquierda, Servando, Quini, José Ángel, Valdés y Churruca. A. M. SERRANO

El carácter amigable, cercano y bonachón del futbolista, recientemente desaparecido, Enrique Castro González, "Quini", es bien conocido en La Arquera (Salas). Este pueblo tiene grabada a fuego una jornada de agosto de 1971, cuando la entonces estrella del Sporting estrenó con un partido amistoso y tres goles (lo que se conoce en el mundo futbolístico como "hat-trick") el campo de fútbol de aquel enclave rural de 20 casas.

"Me emociono al recordarlo", dice, con lágrimas en los ojos, el cronista oficial del concejo y presidente de la asociación de vecinos, José Manuel Rodríguez Díaz, más conocido como José de Arango.

En la década de los setenta, los chavales del valle querían jugar al fútbol, "pero siempre teníamos que pedir un terreno", cuenta José de Arango. Quini conoció de primera mano esta historia y no dudó en ayudar. José Rodríguez entrenaba equipos locales y hacía entonces las crónicas de deportes del Sporting para LA NUEVA ESPAÑA y gracias a ello conoció al famoso deportista. "Sé que hizo este gran favor a La Arquera por amistad, porque era una persona cercana y entusiasta", cuenta el cronista del concejo salense.

"No teníamos campo y siempre estábamos 'en las mismas'", lamenta. Después de ser recibido por la familia ilustre que solía ceder el terreno en La Arquera con un "a jugar al río", José de Arango se propuso aquel 1971 hacer un campo nuevo. El sueño se materializó meses después gracias a la ayuda de la mayor parte de los vecinos del pueblo. "Hicimos todo lo que pudimos por tener un campo; recuerdo que trabajamos todos: desde los niños a los más mayores", cuenta el vecino de La Arquera.

Lo que era un monte de tres propietarios (el padre y el tío de José de Arango y Manuel Garrido) pasó a ser un terreno de juego. La fiesta que celebraron en el pueblo es fácil de imaginar. Lo que no fue tan fácil fue organizar un partido con la presencia de Quini y de otros futbolistas del Sporting: Echevarría, Valdés, José Manuel y Churruca.

Quini había prometido a José de Arango ir a La Arquera el 1 de agosto. Un día antes, el cronista oficial de Salas tuvo que lograr un salvoconducto del gobernador civil de Asturias y también una autorización de la Federación de fútbol.

Aquella celebración, que se organizaba casi en secreto por miedo a desequilibrar el orden público, tuvo dos denuncias. "Por suerte, nada detuvo aquel partido", cuenta José de Arango con cautela. El mismo domingo por la mañana, él se encargó de pintar con cal el campo. Recibió la visita de seis agentes de la Guardia Civil. "¿Es usted el organizador del partido de fútbol que está anunciado por los pueblos?", le preguntaron. Gracias al permiso del gobernador "pude seguir con el trabajo". Aún quedaban asuntos por cerrar. Horas antes del encuentro, José de Arango viajó hasta Mallecina, donde estaba el único teléfono público de la zona, para ver si Quini había confirmado su asistencia y que estaba de viaje. Efectivamente, el futbolista llamó y dejó el recado. Los cinco sportinguistas y sus familias estaban comiendo en el hotel Sagrario de Pravia. A las cinco, empezó puntual el partido que enfrentó a la selección de Salas-Praviano con los jugadores del Sporting y otros de la zona. El resultado: 5-5.

Las porterías de hierro que se estrenaron entonces todavía lucen en el campo. "Por allí metió tres goles Quini", dice orgulloso José de Arango, pensando en las mil personas que se dieron cita en aquella histórica jornada.

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