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La música, magia para los alumnos de Navia

Los escolares del Ramón de Campoamor despiden con un sonoro aplauso la actuación de los miembros del Conservatorio

Un momento de la interpretación de "La Flauta Mágica" de Mozart.

Los artistas comenzaron a interpretar un fragmento de "La flauta mágica", de Mozart, y todos los niños se pusieron a escuchar, absortos, la melodía. Es el efecto, la magia que tiene la música en directo, y que ayer el Conservatorio del Occidente de Asturias, con sede en Luarca (Valdés), trasladó hasta el colegio Ramón de Campoamor de Navia. "Nuestro objetivo es que los más pequeños tengan un contacto directo con este mundo", señala Chema García, jefe de estudios del centro y responsable de la organización de estos conciertos didácticos.

El Conservatorio del Occidente programa desde hace quince años conciertos de este tipo, dirigidos especialmente a los escolares de Infantil y Primaria de la zona. La idea es ofrecer a los más pequeños "una enriquecedora experiencia sonora", para acercarse de esta manera a la música de los grandes compositores. Eso sí, buscando siempre ser didácticos y amenos.

"Es una actividad de difusión musical. No tenemos más pretensión que acercar la música, la propia experiencia de escuchar música en directa, a los colegios", explica el responsable de la actividad. Después de iniciar en marzo el ciclo de este año en el auditorio del Conservatorio, la visita a Navia supone la primera salida para los intérpretes, que se muestran "encantados" con la propuesta.

Si el pasado año la temática se centró en repasar los diferentes periodos de la historia musical a través de un viaje en el tiempo, en esta ocasión es la magia la que juega un papel protagonista en los conciertos. La búsqueda de una melodía "encantada", capaz de hechizar a todo aquel que la escucha, es el hilo conductor para un espectáculo que conjuga humor y arte a partes iguales. "Lo tratamos de hacer de un modo ameno, divertido, y los niños se lo pasan muy bien; es una experiencia diferente que les hace salir de la rutina del día a día", apunta Chema García

Dar a conocer de primera mano los instrumentos, su funcionamiento y su historia es otro de los objetivos de la iniciativa. "La música en vivo no tiene nada que ver con escucharla a través de unos altavoces; no se refleja la riqueza de cada instrumento. Y ver a los músicos actuar es necesario para imaginarse de dónde salen esas notas", dice con énfasis García.

Los niños naviegos rompieron en un sonoro aplauso cuando se cerró el concierto, signo de que se lo habían pasado más que bien en esta experiencia musical. "La respuesta que recibimos siempre de ellos es increíble", subraya Chema García.

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