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La carretera Salas-Pravia reabrirá a fin de mes tras un argayo de 100 toneladas

Los vecinos, contentos con la agilidad de la obra, deben ir por una "caleya" de 1,5 kilómetros, y el tráfico pesado y el bus escolar rodean por Cornellana

La carretera Salas-Pravia reabrirá a fin de mes tras un argayo de 100 toneladas

A la sinuosa carretera que comunica Salas y Pravia le ha surgido una nueva dificultad. Se trata de un argayo que se ha llevado, literalmente, un carril de la vía y que ha dejado la carretera cortada en el kilómetro 7 de la AS-369 (antigua AS-225) ya cerca de la capital de Salas.

El corte dificulta los viajes de los vecinos de la zona de Malleza y Mallecina. Según la presidenta de la asociación vecinal de Priero, María Luisa Miranda, las dificultades se encuentran sobre todo en algunos camiones que transportan leche y también en el autobús escolar. Todos, tienen que desviarse por un camino de poco recorrido, pero de intensa dificultad. Se trata del tramo que pasa por el pueblo Daner. "Hay un tramo que es como una caleya y es ahí donde surgen las dificultades", señala Miranda.

En caso de viajar a Salas desde pueblos de las parroquias de Malleza o Mallecina, entre otros, los vecinos tienen que tomar este desvío, de un kilómetro y medio estrecho y sólo uno asfaltado. A través de él, llegan a Priero, donde ya enlazan de nuevo con la misma vía para llegar, siete kilómetros después, a capital de Salas. "Otra cosa es que no quieras pasar por Daner, entonces no tienes más remedio que ir a Salas por Cornellana", destaca Miranda. Lo vehículos especiales y aquellos que no desean tener contratiempos, deben realizar, casi obligatoriamente, el rodeo. Pese a la situación, los vecinos aseguran que están "satisfechos" con la rapidez de la obra, a cargo de la Consejería de Infraestructuras. "Tenemos que reconocer que los trabajos están avanzados y nos sorprendió que la solución a un problema tan grande llegue tan pronto", opina la presidenta de la asociación de vecinos de Priero.

Lo cierto es que el argayo es importante. Con él, cayeron, según estiman los especialista desplazados a la zona, unas 100 toneladas de piedra y tierra. Fueron necesarias 30 cargas de camión para poder sacar primero el material. Ahora, la obras se centran en rellenar el hueco existente entre el carril que no se vino abajo y el talud que se construyó. A continuación, se pisará el terreno para dejar reconstruida la zona afectada por el hundimiento y se pintará de nuevo la vía. La empresa adjudicataria estima que las obras concluirán a finales de mayo.

El alcalde, Sergio Hidalgo, también agradece la celeridad de las tareas. "Están a punto de abrir el tramo", destacó ayer.

El regidor aprovechó la ocasión para reclamar más mantenimiento en las vías que son secundarias, pero que dan acceso a multitud de pueblos de Salas. En el caso de la carretera. Precisamente en este punto donde se produjo el importante hundimiento hay escorrentías en periodos de lluvias intensas, según los vecinos.

El Consejo de Gobierno del Principado aprobó una inversión de urgencia para dar solución al corte de este vía. Las obras para retirar el escombro y reconstruir el terreno se adjudicaron a la empresa Excavaciones y Transportes Emilio por 98.030 euros.

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