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Moal rinde homenaje a los maestros que dieron clase en la escuela del pueblo

"Eran muy acogedores", recalcan los docentes, agradecidos por la invitación

Alumnos de Moal en 1961, con la escuela al fondo.

Una veintena de maestros que impartieron clase a lo largo de los 50 años de historia de la escuela de Moal volverán mañana al pueblo de Cangas del Narcea para recibir un sentido homenaje de agradecimiento por parte de sus vecinos y antiguos alumnos. La asociación cultural de la localidad ha sido la encargada de organizar este evento, con el que además quiere propiciar el reencuentro entre los docentes, que durante muchos años también fueron unos vecinos más en Moal, y las numerosas generaciones que pasaron por la escuela antes de su cierre en 2010.

El acto ha sido recibido con cariño por parte de los maestros que estuvieron en Moal, quienes aseguran que guardan buenos recuerdos del pueblo, sobre todo, de lo "acogedora que siempre fue la gente".

Clara Martín llegó a Moal a mediados de octubre de 1960, y aunque la escuela pública estaba construida se quedó con ganas de poder estrenarla. Tuvo que seguir impartiendo clase en una sala alquilada de una casa particular del pueblo, donde recuerda que la veintena de alumnos que tenía apenas podían moverse. "Era una habitación pequeña, y si a los niños se les caía un pizarrín o el tintero al suelo no lo podían coger porque no se podían mover", rememora.

Tan solo estuvo un curso en la escuela, pero reconoce que la estancia en el pueblo le marcó. "Me encontré muy bien allí, y cuando llegó la hora de marchar me dolió porque la gente era muy acogedora", asegura. Durante el curso se alojó en la casa de unos vecinos con los que hizo una amistad que mantuvo a lo largo de los años, por lo que nunca perdió el contacto con el pueblo.

En Moal, en la casa que tenía la propia escuela, también vivió María Eulalia Barrero durante el curso 1990-1991. Reconoce que le hizo mucha ilusión la invitación para volver al pueblo para asistir al homenaje. "Hace tiempo que quería volver porque guardo un recuerdo muy guapo", confiesa. Rememora que por las tardes hacía vida en el pueblo, compartía café con sus vecinos, le llevaban productos de la huerta y cuando salía de paseo siempre acababa acompañada por sus alumnos. "Fue muy fácil vivir allí, eran muy agradables y te ayudaban en todo", explica.

Además, asegura que echa de menos el ambiente de la escuela rural. "Fue una gran experiencia tener a niños de diferentes edades en una misma clase, aprendían unos de otros y las familias se implicaban mucho, veían a la escuela como parte del pueblo y de su día a día", subraya.

A pocos años del cierre de la escuela, en 2006-2007, impartió clase en ella Carmen Tablado. En su época ya no llegaban a la decena los alumnos que tenía en el aula, que iban desde Infantil hasta sexto de Primaria. Para ella lo más destacable de trabajar en una escuela como la de Moal es "la calidad humana que me encontré y la cercanía con las familias". Considera "increíble" ver que un pueblo se vuelca para dar un homenaje a sus maestros. "Actualmente nuestra profesión está denostada por la sociedad, así que es sorprendente ver que un pueblo tiene una iniciativa como esta, es de agradecer", recalca.

El acto será a las 12.00 en la plaza de Moal.

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