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Ser más payasos para educar mejor

El activista Iván Prado forma a los docentes de la comarca en el uso de la risa como una "herramienta de construcción colectiva"

Iván Prado, con los alumnos del Instituto de Navia. G. GARCÍA

Ser educador también precisa ser un poco payaso, en el mejor sentido de la palabra. Tomarse de una forma "más liviana" a uno mismo, aprender a utilizar la risa para conectar con las personas, provocar y compartir esperanza. Al menos, así lo considera Iván Prado, miembro de "Pallasos en Rebeldía", una asociación cultural y de cooperación internacional basada en el arte del "clown" y los espectáculos circenses. "El payaso te da una libertad personal, te enseña a reírte de ti mismo y a tomarte menos en serio, con lo que el trabajo de comunicación y educación se hace de una manera mucho más efectiva", afirma.

Iván Prado se encuentra realizando labores de formación en el Centro del Profesorado y Recursos (CPR) de Avilés-Occidente, para trabajar la creatividad con los docentes. A través de esa labor, este payaso está cursando visitas los diferentes centros educativos de la comarca para conocer la realidad de ese profesorado, realizar actividades con los alumnos y dar a conocer la labor que realiza su colectivo, en continua lucha por un mundo más justo.

Esta formación, dice Prado, ya se ha llevado a cabo en los últimos quince años en diferentes países de varios continentes. Y ahora llega a la comarca. "Decía Machado que la labor de la educación es provocar y demostrar que la esperanza es viable. Es lo mismo que hace el payaso", asegura.

Iván Prado trabaja con los docentes para librarles "de la carga de la perfección, y de esa manera, poder reírse de uno mismo". Todo ello "se traduce en mirar a los ojos a las personas, abrir tu corazón y conectar desde tu verdad personal, utilizando la risa como una herramienta de construcción colectiva". Denuncia el artista que existe "un sistema global de terror" que trata de convertir a los ciudadanos libres en consumidores, que trata de imponer muros y fronteras. "La educación es una de las herramientas que tenemos para construir un mundo en el que quepan todos los mundos", asevera con decisión.

Además de los cursos de creatividad para el profesorado, en sus visitas a los centros educativos de la comarca, como el Instituto de Navia o el colegio Pedro Penzol de Puerto de Vega, Iván Prado genera dinámicas de grupo y pequeñas teatralizaciones con los alumnos, ya sea de un cuadro o de un texto.

La misión de este activista incluye, además, la difusión de la labor que realiza "Pallasos en Rebeldía", un proyecto internacional de artistas de circo, que incluye a payasos, músicos y magos, "que ponen su arte al servicio de los pueblos que luchan contra este sistema global de terror y por la libertad", dice Prado. Así, además de organizar el "Festiclown" en Palestina, luchan por defender los derechos de los pueblos oprimidos de América Latina: Brasil, Colombia o México. "Lo más importante es que utilizamos el circo como una forma de defender la humanidad y la esperanza, siempre al servicio de los que más sufren", explica el artista, que critica la situación de los refugiados en la Unión Europea.

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