La ganadería Manunca de Besullo ha perdido una docena de cabras de su rebaño. Tan solo ha podido encontrar cuatro y de ellas le han certificado que tres han muerto a causa del lobo. El ataque ya se produjo la pasada semana cerca del pueblo del Pomar, donde pastaba el rebaño, y los cuerpos de los animales fueron apareciendo a lo largo de los días. "El miércoles encontramos una, el sábado dos, el domingo otra y aún seguimos buscando otras ocho", explica David Marcos.

Sin los cuerpos de los animales, donde se pueda apreciar que las heridas que han provocado su muerte son de lobo, no pueden justificar el ataque y, por lo tanto, cobrar las pérdidas causadas en la ganadería. En este caso, Marcos calcula que lo que supondrá para ellos la pérdida de la docena de cabras es de unos 1.500 euros, "sin contar los gastos que está generando su búsqueda", enfatiza.

Además, denuncia que hace dos semanas ya sufrió otro ataque del cánido que en esa ocasión le costó un potro. "Aquí todos los vecinos tenemos pérdidas, en el monte habrá unas 100 yeguas y el año pasado solo sobrevivieron dos potros", lamenta.

Por ello, pide más control del lobo en la zona y recuerda que "el 80% de los daños no se denuncian porque no encontramos los animales muertos". Además, reclama celeridad en el pago de los animales certificados, ya que en su caso aún no ha cobrado los del año pasado.