Fomentar la amistad entre ciudadanos de diferentes países, favorecer el aprendizaje de lenguas y acercar costumbres, tradiciones y culturas han sido los principales objetivos conseguidos en el reencuentro celebrado entre Cangas del Narcea y la población francesa de L'Absie, hermanadas desde 1990. La cita tuvo lugar en Cangas del Narcea y a ella acudieron medio centenar de vecinos de L'Absie, que pasaron en el municipio cuatro días recorriendo sus principales atractivos e intercambiando experiencias con las familias canguesas que les dieron alojamiento.

"Fue una experiencia muy positiva, pudimos hablar de las costumbres de aquí y de allí, de las comidas, los platos típicos y los horarios, que allí son muy diferentes", subrayó Paula Menéndez, encargada de acoger a una de las familias visitantes.

Joaquín Fernández, que tuvo en su casa a dos refugiados políticos armenios, destacó la importancia de mantener los hermanamientos entre países y las convivencias "para evitar que los conflictos se repitan y lograr una Europa unida". Precisamente, el armenio Arman Ter-Kazaryan aseguró que Asturias le recordaba a su lugar de origen por ser ambas zonas muy montañosas.

Para Michel Gauffreteau, presidente del comité de hermanamiento de L'Absie, el viaje ha sido un éxito. Sobre todo, le ha gustado poder visitar a los alumnos del instituto cangués, "porque uno de los objetivos del hermanamiento es el de favorecer el aprendizaje de los idiomas". También incidió en que los hermanamientos deben "contribuir a mantener la paz entre los pueblos, y el aprendizaje de los idiomas y de la cultura en general son motores importantes para el conocimiento de unos y otros".

Una idea en la que también hizo hincapié la presidenta del comité de hermanamiento cangués, María Josefa Fernández, que señaló que el hermanamiento expresa "la unidad e identidad europea, y en momentos en los que vivimos, donde las voces segregacionistas se oyen más alto, es cuando tiene sentido estrechar lazos", agregó.

En el año 2020 se cumplirán treinta años del hermanamiento entre ambos pueblos y el objetivo de ambas partes es poder celebrarlo con un nuevo intercambio cultural, unas citas que, en los últimos años, se habían espaciado en el tiempo.

"Hacía tiempo que no se realizaban visitas y es importante tener lazos con una zona rural de Francia porque tenemos problemas similares, como el de la despoblación", recalcó el alcalde cangués, José Víctor Rodríguez.

Hoy los vecinos franceses regresan a casa al cabo de cuatro días de intensa actividad, que finalizaron ayer con una descarga de voladores.