El monte fue el protagonista de la jornada "Rural.es" que el programa Ibias, Lenguas y Culturas dedica cada año a las actividades y a su entorno más próximo. La transformación del medio ambiente visto desde el lado positivo de las repoblaciones forestales, pero también desde el negativo que producen los incendios, fueron las claves de un debate que se encargó de moderar el subdirector de LA NUEVA ESPAÑA, Gonzalo Martínez Peón.

El director general de Montes, José Antonio Ferrera, rompió el hielo con una presentación en la que subrayó la amplia superficie forestal que tiene Asturias y la necesidad de mantenerla. Recordó a los alumnos que provocar un incendio es un delito que conlleva penas de prisión. "El monte quema porque alguien decide intencionadamente prender fuego y eso es un delito, una aberración ecológica y económica", subrayó Ferrera, que a renglón seguido animó al auditorio a cuidar el monte: "los bosques y los árboles son nuestros aliados contra el cambio climático", proclamó.

En la misma idea insistió Asunción Cámara, directora de la Escuela Politécnica de Mieres, quien afirmó que, "sin el monte no somos nada, es algo esencial para que la civilización progrese y se desarrolle", y defendió que el monte "no es solo para mirarlo, hay que darle opciones a la gente para que pueda vivir de ello".

La alcaldesa de Ibias, Silvia Méndez, recalcó que el sector forestal es el futuro para el concejo de Ibias y repasó los difíciles momentos que se vivieron con los incendios del mes de octubre. "No solo se perdió dinero, también se cortó el proceso de repoblación que podría traer progreso al concejo y generó problemas como desprendimiento del terreno, lo que muestra que estamos conectados y que lo que pasa en el monte nos afecta", señaló.

Sobre el incendio ahondó Jaime Martín, técnico de Montes y exjefe de Bomberos de Asturias, que hizo hincapié en que "no todos los incendios se consiguen apagar, a pesar de los medios que se destinen a ellos", y recordó que en dos días se quemaron casi 7.000 hectáreas en el concejo.

Unos fuegos que rompieron la buena tendencia que llevaba el concejo en los últimos años. Según recordó el guarda mayor José Manuel Rúa, en los años setenta Ibias era el municipio con más incendios a nivel nacional, "quedarían unas 200 hectáreas sin quemar cuando yo llegué", rememoró. Años después se retomaron las repoblaciones y la aparición de fuego fue minimizándose hasta situarse en 2000 entre los lugares con menos incendios.

Los alumnos también participaron en el debate interesándose por el tiempo de regeneración del monte y la prevalencia de las plantaciones de coníferas frente a las de árboles autóctonos.