Boal dio ayer uno de los primeros pasos para convertirse en un municipio con el sello de "Ciudad amiga de la infancia", una distinción que otorga Unicef y que garantiza el compromiso con el cumplimiento de los derechos de los niños y los adolescentes. Escuchar sus opiniones, tenerlas en cuenta a la hora de tomar decisiones y promover el acceso de este sector a servicios de calidad son algunas de las medidas que se favorecen en este proceso.

Ayer, en un encuentro entre representantes municipales, miembros de Unicef y parte de la infancia del municipio, se aprobó seguir adelante para conseguir esta distinción en los próximos años. "El sello se basa en que los municipios aprueben un plan de infancia, que regulan las acciones que afectan a los niños y adolescentes, al tiempo que se deben poner en marcha mecanismos de participación", explicó Pablo Suárez, coordinador de Unicef Asturias.

"Boal puede y debe aspirar a obtener este sello, que realmente es un aval de una forma de actuar en la que creemos y con la que nos identificamos. Siempre hemos estado abiertos a escuchar todas las voces, y atender las necesidades de los niños constituye una parte sustancial de nuestras decisiones", afirmó el alcalde, José Antonio Barrientos.

En la reunión participó Victoria Zarcero, edil de El Franco, concejo vecino en el que ya se ha implantado este proceso. "Es una experiencia muy satisfactoria. Supone mucho trabajo, sobre todo el primer paso, pero muy positivo, porque los niños aportan muchísimo", aseveró.