A Enrique Fernández (Serantes, 1952), popularmente conocido como "Revilla", nunca le gustó estar en primera línea de la política, sino más bien un paso por detrás, como brazo ejecutor de obras y actuaciones. Quizás por eso ayer sentía cierto "alivio" al presentar por fin una renuncia que lleva meses anunciada. "Siento una libertad que no hay dinero que la pague", apunta.
En un cajón de su todavía mesa de trabajo guarda, ya amarillenta por el paso de los años, la papeleta electoral de su debut. Corría el año 1983 y se presentó con la coalición entre Alianza Popular, Partido Demócrata Popular y Unión Liberal, una candidatura que encabezaba Francisco Fernández Quintana -"un gran alcalde", apostilla- y en la que fue de número cuatro. En 1991 se incorporó al equipo de Gervasio Acevedo, siempre ocupándose de las cuestiones relativas a obras y urbanismo. Cuando Acevedo se marchó a Foro en 2011 ocupó su puesto en el PP Zulema Sánchez, con Fernández de peso pesado.
Éste sólo estuvo en la oposición durante el breve mandato de Alternativa por Tapia y PSOE entre 2011 y 2013, cuando, tras la dimisión de Manuel Jesús González "Cuco", se presentó por primera vez a una investidura y salió elegido Alcalde.
Ganadero de profesión, es, a ojos de los que le conocen, un hombre de pocas palabras y poco amigo del postureo político, por lo que siempre, hasta que sus responsabilidades como Alcalde se lo impidieron, ha huido de fotos y micrófonos.
A finales del año pasado se jubiló y dejó de percibir un salario del Ayuntamiento y ahora le toca descansar y ejercer de pensionista: "Voy a dedicarme a hacer cuatro chapuzas por casa, a la pesca y a llevar al parque a mi nieta Rebeca".
