La líder de la oposición tapiega, la socialista, Ana Vigón, se mostró ayer muy crítica con el regidor tapiego, Enrique Fernández, por considerar que afrontó este mandato con carácter de interinidad: "Creemos que el gobierno de Tapia tiene que pensar en las necesidades de las personas del concejo, no responder a los intereses personales. Sólo con la dimisión no se pueden salvar los muebles".

Vigón considera que el equipo de gobierno "está roto, dividido y sin rumbo" y califica como de "absoluta desidia" la actual gestión del consistorio. Algo que a su juicio se puso de manifiesto en la ausencia del Alcalde en la reciente visita del director general de Infraestructuras, José María Pertierra, a El Valle. En este sentido, se muestra dispuesta a plantear una alternativa de gobierno.

"Vamos a presentar una candidatura a la Alcaldía, por supuesto, es legítimo. No es solo cambiar el signo del gobierno, ni se trata de egos personales, sino que queremos cambiar las cosas en Tapia. Tengo un trabajo del que saldría y al que volvería", añadió. Consciente de que para acceder a la Alcaldía no le llegan los cinco votos de su agrupación, añade que cualquier posible pacto se someterá a la militancia.

El único concejal de Foro Asturias, Guzmán Fernández, que en 2015 inclinó la balanza a favor del PP, pactando con el equipo de Enrique Fernández, vuelve a tener la llave de gobierno y se muestra dispuesto a negociar: "Habrá que hablar con todos como hice siempre. No es un cargo hereditario, los once concejales tienen voto", apunta.

Fernández, que pese a ser teniente de Alcalde no fue avisado previamente por el regidor de su renuncia, tiene palabras más amables hacia su socio de gobierno. Preguntado por la gestión del Alcalde, asegura que "hizo lo que pudo, pues la cosa no daba para más", en referencia a la delicada situación presupuestaria del consistorio.