El Ayuntamiento de Cangas del Narcea ha finalizado el proyecto de valoración del riesgo de incendio forestal en los núcleos rurales del concejo, en el que se concluye que son 28 pueblos los que presentan vulnerabilidad ante la declaración de un fuego. Las poblaciones seleccionadas se han clasificado según su riesgo en tres niveles: en el máximo de riesgo se sitúan ocho de ellas.

Para atajar el problema, el Ayuntamiento realizará fajas perimetrales de seguridad en las localidades señaladas previo acuerdo con los vecinos. Para este año está previsto que se actúe en Penlés, Araniego, Fuentes de las Montañas y Sieiro. La actuación que se llevará a cabo consistirá en el desbroce de la vegetación colindante al pueblo con el objetivo de quitar combustible a la superficie.

Este trabajo se incluye dentro del proyecto de fajas auxiliares que en total realizará 60 hectáreas de cortafuegos, 2,4 hectáreas de perímetros en los pueblos mencionados, además de 400 kilómetros de limpieza de caminos. Todo ello a cargo de los 240.000 euros de la subvención para la defensa contra incendios que recibió Cangas del Narcea.

"Es un plan de actuación contra incendios que mejora la prevención y aumenta la seguridad", explica el alcalde José Víctor Rodríguez. Añade que para elaborarlo se han tenido en cuenta factores como "la pendiente y el tipo de vegetación, que en lugares donde ha habido un mayor abandono de la actividad ha ido ganando espacio y se ha acercado a los pueblos y después de lo ocurrido en el mes de octubre teníamos claro que había que dar una respuesta".

La concejala de Obras, Laura Álvarez, insiste en que el plan lo que señala son los núcleos rurales que están en "desventaja respecto al resto en caso de incendio y para nosotros es una herramienta para trabajar con mayor precisión".

Además de los pueblos en los que se realizará una actuación a partir del mes de junio, se encuentran dentro del listado Bergame de Arriba, Faidiel, La Artosa, Larón, Pomar de las Montañas o Vega del Tallo, como poblaciones que por su situación y la proximidad de la vegetación a las casas están catalogados con riesgo alto de poder sufrir un incendio.