Degaña recupera la normalidad después de la tormenta del pasado jueves que hizo que abundante material se desprendiese de la montaña cortando el paso en la carretera AS-15, a la entrada del pueblo de Fondos de Vega, y llegando también a las calles de la capital del concejo. Ayer los operarios municipales acabaron de limpiar las calles del pueblo después de que el sábado se acometiese una actuación de emergencia para quitar la mayor parte de la tierra y piedras que se acumulaban junto a las casas y se drenase el camino por el que bajó el material.

"Hemos pedido al Gobierno regional que se actúe en el camino, creemos que dándole una capa de hormigón podría frenar un nuevo desprendimiento para que no llegue tan cerca de las casas", explica el alcalde José María Álvarez.

Los vecinos temen que si se vuelven a repetir tormentas como la vivida el jueves, nuevos argayos puedan volver a sucederse. La razón está en la falta de sujeción que presenta el monte, de fuerte pendiente, tras los incendios sufridos el pasado mes de octubre.

"Sin material vegetal que sujete el suelo, la lluvia lo arrastra", explica Víctor García, de Quei Vitorino. Asegura que en toda la ladera de la montaña se han ido sucediendo argayos sin que hubieran llegado a los pueblos hasta la pasada semana. "En muchos puntos la roca está al descubierto por la cantidad de suelo que se está perdiendo y no es culpa de la lluvia, es porque el terreno está quemado y no tiene sujeción, lo que es una catástrofe ecológica porque va a dificultar la regeneración de la zona", señala y pide una gestión adecuada para el monte.