El naturalista y fotógrafo Ezequiel Martínez Rodríguez ha escrito "Viviendo con osos: 100 años de historias y leyendas" para el que se ha documentado durante diez años en el Parque Natural de Somiedo. El título será presentado por el autor y el Alcalde, Belarmino Fernández, el próximo martes, a las 19 horas, en el Museo Nacional de Ciencias Naturales (Madrid) en el marco de la quinta edición de la feria MadBird. En agosto llegará a Somiedo.
- Un avance del libro...
-El libro tiene historias variadas de los habitantes de Somiedo y su relación con el oso, un animal al que conocen bien. Son historias que cuentan su primer encuentro con un oso, el vecino que lo mató con un cuchillo o el que se encontró una hembra con crías. Voy uniendo todas las historias y luego se las leí a todas las familias. Ha sido un trabajo de diez años que muestra cómo el hombre vive en un paisaje donde hay osos, en la casa del oso, una de las especies más grandes de Europa y cómo lo hacen en convivencia.
- Tras la investigación realizada, ¿cómo ha cambiado la percepción de los somedanos sobre el oso con el paso del tiempo?
-Ves cómo antiguamente tenían una visión distinta. El oso se mataba porque había mucha hambre y bajaba continuamente al maíz o a comer una colmena. Se hacían chorizos y picadillo y se repartía entre todo el pueblo. El libro también muestra cómo medio siglo después es venerado, lo ven como un animal distinto que puede atraer gente a la zona y está claro que las necesidades han variado, no hay hambre. Ahora lo protegen, lo cuidan y hablan muy bien de él. Quizás sí lo ven como un animal travieso que se come unas manzanas, pero también como un recurso turístico de primer orden, el mejor.
- ¿Cómo surge el libro?
-Conocí Somiedo hace muchos años y me encantó. Me enamoré. Hice varias visitas viendo a madreñeros, los que hacían cuencos, en general los oficios tradicionales que en Asturias están muy vinculados a la madera. Empecé a hablar con los paisanos y salía el oso siempre como cosa curiosa en las conversaciones. Hay muchos libros y estudios sobre su biología, censos... pero no había ningún libro vinculando al hombre y el oso a nivel humano.
- ¿Cómo ha realizado la labor de recopilación de historias?
-Empecé en mayo de 2007 a recopilar información. Fui a los 38 pueblos del Parque Natural con un listado de los vecinos y el mapa. Hablé con todos, pero sobre todo con la población más mayor autóctona de allí. Pensé que iba a ser más complicado, pero les gustó mucho la idea. Luego una vez escritas las historias me volví a reunir con ellos en la panera, debajo del hórreo pero casi siempre en la cocina, un lugar bastante bueno para charlar, hacemos una charla larga y vamos cotejando los datos.
- ¿Cómo le han tratado los vecinos?
-Han sido muy agradables y abiertos conmigo, sentándose a hablar de su vida tranquilamente, sin prisas.
