El valdesano Hugo Lorences se subió ayer por primera vez a una tabla de surf. Aunque a diario se desplaza en silla de ruedas, en el agua disfrutó como sus compañeros. Y de eso precisamente iba la actividad que ayer planteó el colegio Edes de educación especial con la escuela de surf Picante: el surf como herramienta de inclusión social donde todos tienen las mismas oportunidades.
"Buscamos nuevas experiencias y a la vez aprovechar los recursos de la zona. En este caso se trata de ver el deporte como una forma de inclusión en la comarca", precisa el maestro de educación física de Edes y coordinador de la actividad, Modesto Bermúdez.
Los doce alumnos del centro tapiego que ayer participaron en esta experiencia disfrutaron de lo lindo en su primera vez sobre una tabla de surf. El factor novedoso también permitió a los docentes trabajar a nivel emocional: "Les sirve para aprender a superar miedos y afrontar situaciones que no conocen".
Pese a los nervios y miedos iniciales todo salió a pedir de boca: "Veníamos con miedo por si no se atrevían a entrar y al final fue genial", resumió Bermúdez tras casi una hora en el agua.
El responsable de Picante, Pedro Méndez, también se mostró muy satisfecho con la clase y la implicación de los alumnos: "Es una pasada, se motivaron mucho". No es la primera vez que Méndez, entrenador de surf, trabaja con personas con discapacidad, pero sí la primera vez que lo hace en la playa tapiega de Los Campos. "Buscamos que el surf sea el canal para la inclusión social, que tengan las mismas oportunidades que todos", precisa, al tiempo que subraya que el surf es un deporte terapéutico en todos los sentidos.
Aunque ayer celebraron la primera clase práctica, hubo varias sesiones previas para preparar al alumnado y explicarles en qué iba a consistir la actividad. La clase sobre la arena se desarrolló con total normalidad: "La estructura va a ser como una clase normal, queremos que prueben el agua y se deslicen, cada uno dentro de sus circunstancias", precisó Méndez. Tras vestirse con los neoprenos, bajaron a la arena para realizar un calentamiento y darse un baño rápido antes de adentrarse en el mar con las tablas. Los jóvenes estuvieron en todo momento acompañados por instructores de surf y maestros del centro.
Este domingo algunos de los jóvenes volverán a repetir experiencia, esta vez en compañía de la comunidad surfera de Tapia y de otros alumnos de Picante. Al veigueño Anthony Colarte le hace especial ilusión entrar al agua con Kenia López, promesa surfista del concejo y nieta de una de las maestras de Edes. "Me encanta surfear y meterme dentro del agua. El domingo voy a surfear con Kenia", añadió, feliz con la experiencia vivida en las frías aguas del Cantábrico.
