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Puertas abiertas en el centro social de Cudillero

El acceso al equipamiento ahora es libre y ya no es obligado ser miembro de la asociación de jubilados para disfrutar de sus actividades

María Jesús García, en el centro. | A. M. S.

El centro social y de día de Cudillero es “mágico” para algunos de sus usuarios. “Llegas aquí, te cuidan y te olvidas de todo”, dice risueña y con empeño en transmitir el mensaje la cudillerense Margarita López. La pandemia y la necesidad obligada de aislamiento pasó factura a muchos mayores que viven solos y también a muchos cuidadores de personas dependientes que se vieron, tal vez, desbordados. Desde hace un tiempo, María Jesús García, directora de ambos centros de Cudillero, reunidos en el mismo espacio físico y bajo una misma gestión desde hace años, hace cambios para lograr más usuarios y la “mejor atención para cada uno de ellos, la que necesita cada uno, no el grupo”.

Por la izquierda, Enrique Álvarez, Patricia Menéndez y Carmen del Campo, en el taller de informática. | A. M. S.

“Tenemos talleres de todo, dentro de lo que nos piden”, manifiesta García mientras muestra una exposición de materiales de mar relacionados con Cudillero y hechos por los usuarios. Y así es como el servicio de atención a mayores se hace camino “pese a las dificultades siempre presentes”.

Margarita López, en una sala. | A. M. S.

Ahora, el acceso al centro social es libre y ya no es obligado ser miembro de la asociación de jubilados para disfrutar de instalaciones y actividades. “El que quiera, puede venir, las puertas están abiertas”, señala la directora y enumera aquellos talleres que hoy por hoy se ofrecen: informática, lectura, salud y bienestar, entrenamiento de emociones positivas, patchwork, fitness saludable para dos grupos dependiendo de sus patologías previas, y ganchillo.

Una de las terrazas del centro, con plantas. | A. M. S.

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