Tineo y Valdés, colaboradores públicos del Festival Vaqueiro y de la Vaqueirada por estar la braña de Aristébano en el límite de ambos concejos, ven bien el cambio de rumbo de la boda vaqueira, al abrirse por primera vez en sesenta años a los enlaces civiles. Así lo aseguraron los regidores de ambos municipios, que lo ven sensato, aunque también digan por delante que, en cualquier caso, se trata de una cuestión que depende de la organización.
El regidor valdesano, el socialista Óscar Pérez, incide en primer lugar en ese aspecto, en que los "asuntos organizativos dependen exclusivamente del organizador" y no se pronuncia sobre si es más idóneo o no celebrar el sacramento del matrimonio entre la pareja, como se hizo en las últimas décadas, o apostar también por los enlaces civiles. "Desde el Ayuntamiento de Valdés acudiremos con la misma ilusión de siempre, al margen de estas cuestiones que creo meramente organizativas", destaca Pérez, que añade que el festival de este año "será uno más, con sus singularidades y sus tradiciones".
"El festival de este año será uno más, con sus singularidades y costumbres"
El regidor de Tineo, el también socialista José Ramón Feito, va un poco más allá. Defiende y respeta la decisión del Gran Consejo Rector, "porque es de quien depende el festival", pero añade que es "sensato" hacer enlaces civiles. "Se abren oportunidades para las parejas que solo quieren casarse por lo civil", opina. "Muchos años faltaban parejas y tal vez de este modo se logre más participación", añade. Feito asegura que, por todo ello, la decisión del Gran Consejo Rector va en buena dirección, máxime si tiene el respaldo de la Iglesia, bajo cuya influencia se celebró durante 61 años la boda vaqueira.
El presidente del Consejo de Cultura Vaqueira, José Feito, tampoco ve acertada la apertura a las uniones civiles. "No hablamos de un rito musulmán, sino de un matrimonio civil", subraya. Para Feito, los tradiciones vaqueiras "son como casi todas las ancestrales paganas". En este sentido, cree que el cambio "no supone mayor problema" para los vaqueiros ni atenta contra su tradición.
"Se abren oportunidades para las parejas que solo desean casarse por lo civil"
Fue el párroco, Alejandro Fuentevilla, el primero en proponer a la pareja una unión civil tras constatar su falta de fe en Dios. Los sacerdotes que se encargan de la misa en la braña de Aristébano cada último domingo de julio siempre se entrevistan antes con la pareja candidata para conocer si cumple o no con los requisitos de la Iglesia para participar del sacramento del matrimonio. La pareja de este año, formada por la ovetense Sonia Areces y el valdesano Julio Fernández, confesó que no tenía mucha fe católica, aunque sí creía "en algo".
La parroquia tiene que trasladar el día de la misa de Aristébano todos los elementos para poder celebrar el oficio en la explanada, al aire libre, algo que, según el párroco, "solo entienden y valoran las personas con fe". De hecho, para Fuentevilla "no tiene sentido hacer una obra de teatro".
La situación se trasladó al Gran Consejo Rector que, finalmente, votó a favor de la celebración civil porque esa era la voluntad de los novios. De esta entidad forman parte como presidente, vicepresidente y secretario José Luis Rodríguez, Paulino Lorences y Gonzalo Parrondo, respectivamente. Los dos primeros mostraron su conformidad con la decisión. El secretario asegura que la situación actual es "liosa para todos" por ser "inesperada" .
Los alcaldes de Valdés y Tineo se reunirán el lunes con el Gran Consejo Rector del Festival para informarse de asuntos organizativos. Al margen de la boda vaqueira, la capilla de la Divina Pastora de Aristébano acogerá una misa a las 13:00 horas, antes del enlace matrimonial, por respeto a los fieles que acuden cada año desde 1959, cuando nació la fiesta.
