En 2019 llegará a la pequeña pantalla la esperada octava y última temporada de Juego de Tronos. Aunque los protagonistas de la ficción basada en los libros de George R.R. Martin han afirmado que el final de la serie "marcará un antes y un después en la televisión", Kit Harington teme que no guste a todos los fans.

El actor que da vida a Jon Snow ha confesado en una entrevista a Deadline que siente una gran presión durante el rodaje de esta última temporada porque espera cumplir las expectativas de sus seguidores. "Creo que hay una presión real que no he sentido antes. Cada año siempre ha habido presión, pero en esta temporada podemos decepcionar a la gente", afirma el actor.

"Obviamente no queremos hacer eso, por lo que estamos intensificando el papel de los personajes principales, lo cual es muy evidente, al menos para mí", explica Harington. "Todos estamos creciendo un poco y creo que la atención de todos está muy centrada en lo que estamos haciendo de la misma manera que siempre, pero que ahora puede ser más evidente", añade el actor británico.

Tal como explicó su compañera Emilia Clarke, quien da vida a Daenerys Targaryen, los responsables de Juego de Tronos están haciendo todo lo posible para evitar las filtraciones del desenlace de la historia. Entre estas estrictas medidas destaca que los actores no tienen el guión de sus tramas, así como el rodaje de varios finales para despistar a los fans.

La octava temporada de Juego de Tronos, cuya producción comenzó el pasado mes de octubre en Irlanda del Norte, llegará a la pequeña pantalla en 2019 y estará compuesta de 6 capítulos, con un presupuesto de 15 millones de dólares por entrega y con una duración superior a la habitual.