La industria del cine esconde numerosos secretos. Los efectos especiales son uno de los aspectos más apasionantes de las artes audiovisuales. Las impactantes escenas que vemos los espectadores en la gran pantalla requieren de numerosas técnicas y de mucho trabajo de producción.

No obstante, hay una serie de técnicas de lo más extendidas en el mundo del cine que dan resultados asombrosos y de lo más creíbles y verídicos.

Agua mezclada con leche para crear el efecto de lluvia

En muchas películas podemos ver escenas en las que la lluvia es su gran protagonista. Para conseguir que este efecto sea más consistente, los expertos mezclan agua y leche y así la sensación de tromba de agua es más creíble. Este efecto es perfectamente visible en esta mítica escena de ´Cantando bajo la lluvia´.

Una guitarra para crear vibraciones

Las vibraciones en escena son recurrentes en el cine. Por ejemplo, en Jurassic Park éstas estaban provocadas por las pisadas de los dinosaurios. Sin embargo, para conseguir este objeto los técnicos de la película recurrieron a la vibración que producen las cuerdas de una guitarra.

Sangre con chocolate y sandía

La sangre aparece en prácticamente todas las películas. Es uno de los recursos más utilizados en el cine y una de las técnicas más usadas para conseguir la apariencia de la misma es la mezcla de sandía y chocolate. La mítica 'Psicosis' es la obra por excelencia en la utilización de este recurso.

Lactosa convertida en cocaína

El contrabando, el narcotráfico o el consumo propio de drogas como la cocaína son tramas recurrentes en el mundo del cine. Las imágenes con los actores consumiendo esta droga se cuelan con frecuencia en la gran pantalla. Obviamente, no están trabajando con droga auténtica y para sustituirla recurren a sustancias como la lactosa.

En esta escena de ´El año de la garrapata´ vemos a los actores consumiendo cocaína en una boda.