Hace cuatro años, mientras esperaba a que le colgasen la medalla de plata en el podio de Pekín, Juan Fernández tenía cara de funeral. Más o menos como todos sus compañeros. La selección española de hockey hierba acababa de perder la final olímpica frente a Alemania por 1-0 y el segundo puesto sabía a fracaso. Entonces, Juan ya imaginaba que con el tiempo valoraría de otra forma aquello. Y así fue: «Ya cuando llegué a casa me di cuenta de que había conseguido algo al alcance de muy pocos. Una medalla olímpica es lo máximo en un deporte como el nuestro».

Aquella experiencia, y no sólo por la medalla, dejó huella en este veinteañero poco acostumbrado a estar en el foco mediático. Pero no le deslumbró hasta el punto de marcarse como prioridad estar en Londres. «He pasado unos años difíciles porque he tenido que tomar decisiones importantes para mi futuro deportivo y profesional. Ahora puedo decir que fueron acertadas porque al final del ciclo olímpico estoy entre los elegidos por el seleccionador y con la licenciatura de Medicina finalizada».

La carrera universitaria siempre ha sido una prioridad para Juan Fernández, ejemplo de chaval responsable: «Soy consciente de que mi futuro está en la carrera que he estudiado. Para compatibilizarla con el deporte de alto nivel es necesaria una buena organización y planificación. Y renunciar a cosas que hacen mis compañeros». Ahora, en vísperas de competir en Londres, cree que ha merecido la pena: «Afronto mis segundos Juegos con la misma ilusión, pero con mayor responsabilidad por el rol que tengo en el equipo. Quiero disfrutar de cada instante porque de esa manera todo va mejor y el hockey fluye».

La selección española necesitará que su juego fluya desde el primer momento porque en Londres le esperan las mejores selecciones del mundo. «Sobre el papel, si miramos el ranking», explica Fernández, «la número uno del mundo es Australia y, por tanto, la gran favorita al título junto a Alemania. Gran Bretaña es la cuarta del ranking y, además, la anfitriona. Pero en los Juegos no hay rival pequeño, todas las selecciones los preparan a conciencia. Si jugamos como un equipo, partido a partido, tendremos opciones de cumplir nuestro primer objetivo, que es el de entrar en semifinales para luchar por las medallas».

De Pekín a Londres, el papel de Juan Fernández en la selección española ha cambiado. Hace cuatro años, con Maurits Hendricks como seleccionador, no tuvo muchos minutos. Ahora, con el sustituto del holandés, Dani Martín, tiene más peso: «Con el paso del tiempo uno va madurando y creciendo en todos los aspectos, a la vez que adquiriendo más importancia en el grupo, lo que conlleva más protagonismo en el equipo. Pero esto, para mí, no es lo más importante. En el hockey hierba, como deporte de equipo, prima el colectivo por encima de las individualidades». Sobre su relación con Martín señala que «siempre ha sido cordial y basada en el respeto mutuo. Cada uno puede exponer sus opiniones».

Más allá de lo deportivo, Juan espera disfrutar de todo lo que rodea a unos Juegos Olímpicos: «Tengo pendiente de Pekín la ceremonia inaugural porque el día antes sufrí unos problemas gastrointestinales que me obligaron a ir al hospital». Sobre la villa olímpica dice que «simplemente me gustaría disfrutar de la convivencia con todos los deportistas, que es lo que hace especial a unos Juegos Olímpicos. No tengo especial interés en conocer a alguno en particular». Le gustaría ver otros deportes en directo, pero asume que «el ritmo y rutinas de nuestra competición no nos permite acudir a las instalaciones. Tendré que conformarme con seguirlos por televisión a través del canal olímpico».

A Juan Fernández le esperan casi tres semanas muy intensas y no quiere pensar más allá: «Prefiero centrarme en el presente y lo que me toca ahora es disfrutar al máximo de la competición y de los Juegos Olímpicos». No obstante añade que a la vuelta «me espera el curso intensivo MIR (Médico Interno Residente) Asturias. Llevo un año trabajando con la academia de Oviedo y, en especial, con mi tutor Chus, para prepararme de cara al examen MIR de enero. Gracias a ellos he podido compatibilizar el estudio del examen con los entrenamientos de club y selección, ya que me han diseñado un plan a la medida para rentabilizar al máximo el tiempo disponible».