La sudafricana Caster Semenya, campeona mundial de 800 metros en 2009, bajó su récord personal hasta 1:55.28 y se proclamó campeona olímpica con gran autoridad sobre el resto, avivando la polémica sobre el hiperandrogenismo que padece. La burundesa Francine Niyonsaba llegó a continuación en 1:56.49 y la keniana Margaret Wambui completó el podio con 1:56.89, igualmente récord personal.

Invicta durante en ocho carreras este año, Semenya -plata en Londres 2012, tras la rusa Mariya Savinova- llego a Río con el título africano y la mejor marca mundial en diez años: 1:55.33, conseguida en Mónaco. Ahora la ha mejorado, incluso. La ochocentista sudafricana de apariencia andrógina asombró en los Mundiales de Berlín 2009 por su rotunda superioridad.

La IAAF le impidió competir mientras abría pesquisas que detectaron en ella un tipo de hiperandrogenismo, lo que condujo a establecer en 2011 una norma sobre criterios para separar las categorías por sexos, obligando a quienes presentaban esta anomalía a reducir sus niveles de testosterona por debajo de 10 nanomoles por litro de sangre, tres veces por encima de lo normal entre las mujeres.

Con tales limitaciones su rendimiento bajó radicalmente aunque todavía fue subcampeona mundial en 2011 y subcampeona olímpica en Londres 2012, lejos de su asombrosa marca de Berlín (1:55.45). El año pasado no llegó a la final de los Mundiales de Pekín, pero el recurso ante el TAS de una atleta india, Dutee Chand, vino en su ayuda.

En julio del 2015, el TAS impuso una moratoria de dos años a las limitaciones de producción endógena de testosterona impuestas por la IAAF a las atletas, en tanto se sustancian investigaciones más concluyentes, y Semenia volvió a competir sin restricciones. La limitación sólo afecta a los transexuales. Sus marcas son inalcanzables y amenaza incluso el récord mundial, que lleva 33 años en poder de Jarmila Kratochvilova (1:53.28).

Triunfo de Mo Farah en 5.000

El británico Mo Farah escribió su nombre en las páginas de la historia de los Juegos Olímpicos al imponerse en la final de los 5.000 metros de Río de Janeiro, firmando el doblete con su éxito en los 10.000 que ya logró hace cuatro años en Londres.

Mo Farah completó un 'doble-doble' legendario en la penúltima jornada de los Juegos cruzando la meta con la misma superioridad que el resto de sus conquistas. El pasado domingo, el atleta nacido en Mogadiscio puso la primera piedra ganando el 10.000, una prueba en la que se repuso de una caída para saborear el oro.

Sin tanta emoción pero con la misma autoridad, Mo Farah firmó un segundo doblete en el 5.000, en una prueba que tuvo en su podio al etíope Dejen Gebremeskel y el estadounidense Bernard Lagat, plata y bronce. Mo Farah repitió su estrategia de aguantar en cola, sin dejarse asustar al ver estirarse la carrera.

Con los etíopes en cabeza, el británico se puso en cabeza a nueve vueltas del final, aprovechando el ritmo lento y favorable para sus intereses. En la última vuelta, con fuerzas de sobra, controló los ataques para rubricar el doblete, con un tiempo de 13:03.30, para emular el logrado en Múnich'72 y Montreal'76 por el finlandés Lasse Virén también en los cinco y diez mil.

Relevos

En las pruebas del relevo largo, Estados Unidos se llevó el oro en ambas categorías. LaShawn Merritt lideró a los yanquis en su tercera medalla dorada en unos Juegos, el 17º título de los norteamericanos, que se desquitaron de lo ocurrido en Londres hace cuatro años cuando se vieron relegados al segundo puesto por Bahamas, país que terminó en Río con el bronce. La plata fue de Jamaica.

El relevo 4x400 femenino también es coto casi privado de Estados Unidos, con la que es su sexta victoria seguida, con un tiempo de 3:19.06. Allyson Felix se llevó el tercer metal de Río y Courtney Okolo fue la encargada de marcar las diferencias desde el primer relevo. Jamaica y Gran Bretaña completaron el podio.

Por último, el alemán Thomas Rohler se proclamó campeón de lanzamiento de jabalina con un lanzamiento de 90.30 metros. El campeón del mundo, el keniata Julius Yego, dominó la prueba desde su primer lanzamiento (88.24), pero terminó retirándose por lesión y 'sólo' le bastó para ser plata. El atleta de Trinidad y Tobago Keshorn Walcott cerró el podio.