La ministra de Fomento, Magdalena Álvarez Arza, lanzó ayer su particular «¡Viva Cartagena!» al asegurar que la conexión ferroviaria de Asturias con Madrid será de Alta Velocidad, igualita a la de Sevilla o Barcelona. ¡Viva Asturias!, que será tan digna como Cataluña o Andalucía en materia ferroviaria. También afirmó la Ministra que la gigantesca obra de conexión con la Meseta se realizará «en el menor tiempo posible». Todo muy bonitamente formulado, pero nos tememos que las de Magdalena han sido palabras sin fundamento «in re», en los hechos que nos entran por los ojos.

Vamos a ver. ¿Va a modificar la Ministra el PEIT del Gobierno, es decir, el Plan Estratégico de Infraestructuras y Transporte? Cierto es que los grandes planes nacionales se redactan para no ser cumplidos, pero da la casualidad de que en ese documento se establecen las líneas troncales de Alta Velocidad en sentido estricto y, en el caso que nos ocupa, se dice que hasta Valladolid habrá AVE, pero desde Pucela hasta Gijón nos regalan el TAP o tren de altas prestaciones, que, sobre el papel, no es el AVE de Sevilla, ni el de Barcelona

El término TAP es consecuencia de que las vías por las que circularán esos trenes serán de tráfico mixto, viajeros y mercancías. Pregunta: ¿circularán los trenes carboneros de Acciona, desde Gijón a La Robla, por el túnel de Pajares? Que nos avisen con tiempo, porque será un hito ferroviario. ¿Será de tráfico mixto el recorrido Valladolid-Variante? Porque Madrid-Sevilla y Madrid-Barcelona no lo son.

En cuanto a la celeridad que promete la Ministra, ¿cómo es ello compatible con que le hayan dado nada menos que dos años de plazo a la redacción del estudio informativo del trazado Pola de Lena-Gijón, aun cuando se podría resolver en mucho menos tiempo?

Palabras, palabras... y nada de hechos. Por cierto, del AVE del Cantábrico, declarado difunto por Magdalena, ya ni hablamos. Por ahora.