Lo que ayer corría por Castilla era un viento intenso y templado, de ese que todavía no hacer arder el polvo, pero apunta modos. Este anticiclón que tenemos encima ha llevado una primavera bastante avanzadita a la Meseta y algo de bochorno a Madrid. Pero lo que con mayor impacto corría ayer por la planicie castellana era la noticia de que su Tribunal Superior ha elevado, por primera vez en España, el cambio climático a la categoría de argumento jurídico.

Con él por delante, los jueces han anulado las bases legales que permitían el desarrollo de una gran estación invernal en San Glorio, en los altos entre Palencia y León, y, más concretamente, en el paraje llamado Fuentes Carrionas, que nos suena un tanto a nuestras Fuentes de Invierno, también lugar de esquí recientemente creado de la nada por el Principado.

Pues bien, a la vez que esgrime otros argumentos ambientales o económicos, la sentencia viene a decir que, tal como está cambiando el meteoro, y a la altura que cae San Glorio, lo de disponer de nieve abundante en el futuro parece una quimera. La circunstancia de que el juzgador haya apelado al calentamiento global es lo que ha causado mayor frenesí, y el Gobierno castellano-leonés, con su Herrera al frente (PP), ha dicho que van de cabeza a la casación.

De hecho, lo de que haya cambio climático sigue siendo discutido. En Madrid hubo el otro día una mesa redonda de científicos y expertos en el tema y acabaron a grito limpio. Unos dicen que hay mucho jeta vendiendo calentamiento, por ejemplo, por ser progre y desear la salvación del mundo. Otros aseguran que las pruebas del desastre ya son evidentísimas.

Tal vez Fuentes Carrionas pueda aprender de Fuentes de Invierno, donde verdaderamente la nieve escasea, sea por hache o por be. Y en Pajares ya sólo quedan unos jirones blancos repartidos por aquí y allá. Debe de ser el vientecillo templado ése.