En economía hay cuestiones que no son obvias y, en ocasiones, hay que bucear y analizar en algunos indicadores para conocer con más precisión la realidad. Algo así le sucede a la economía de Langreo. Si nos dejamos guiar por las frases hechas o por la memoria histórica podemos acabar haciéndonos una idea difusa, lejana a la realidad.

Se puede seguir pensando en Langreo como en un territorio gris, sumido en una crisis industrial y una economía poco orientada al conocimiento. En cambio, si se hace un análisis preciso, bajando a los números, hablando con sus empresarios y empresarias y, por lo tanto, conociendo sus expectativas, la visión de Langreo resulta cuanto menos diferente. Existe un Langreo fresco, diferente, dinámico, que camina hacia la normalidad. Los datos permiten afirmar que se está superando la reestructuración industrial del municipio. Están emergiendo nuevas actividades productivas dinámicas que son una fuente de creación de empleo y de oportunidades económicas para Langreo. Y es que todo parece indicar que ha sido capaz de aprovechar su localización estratégica en la comunidad autónoma para que, junto a la mejora de las comunicaciones y el aprovechamiento de los instrumentos de ayudas públicas, fundamentalmente los fondos mineros, se empiece a renovar y a asentar un nuevo tejido empresarial competitivo y sobre áreas de actividad cada día de mayor expansión, focalizados en la tecnología y el conocimiento. Todo ello combinado con actuaciones en materia urbanística o de ciudad que le están devolviendo un atractivo para residir y, por tanto, controlar la pérdida de población que ha experimentado en el pasado de manera intensa.

No se puede obviar la importante reestructuración industrial que ha vivido Langreo. Desde 1990 hasta la actualidad se han destruido más de 3.900 empleos en el sector industrial del municipio. Esa merma de actividad lleva indudablemente a una crisis en el consumo de sus ciudadanos y hace difícil que florezcan otro tipo de actividades empresariales que puedan absorber estos empleos. En cambio, los mecanismos de incentivos públicos puestos en marcha para la dinamización de los territorios de las Cuencas de Asturias han permitido obtener resultados muy significativos. Por primera vez en la historia reciente, en la última década Langreo ha creado empleo neto. ¿Y esto ha sido gracias a que la industria ha creado empleo? La respuesta es que en términos generales no. De hecho, desde 1996 aún se han ido perdiendo un total de 1.500 empleos industriales. ¿Y de qué tipo de industria? Los datos son claros, la actividad de la minería ocupa en Langreo 2.000 empleos menos que hace una década. Sin embargo, aún se mantiene un techo y una especialización industrial muy notable, casi el 26 por ciento de su empleo depende de este sector y representa el 5,7 por ciento de las personas que trabajan en la industria asturiana.

El empleo perdido en la minería se está recuperando con nuevas actividades empresariales. Si se usan los datos del Impuesto de Actividades Económicas como un indicador que mide, de forma aproximada, el número de empresas de un municipio, se puede decir que la actividad empresarial en Langreo ha crecido en más del 26 por ciento desde 1996. Entre estos datos se esconde la gran transformación de la economía local. De hecho, se conjugan dos situaciones realmente interesantes: por un lado, hay actividades como las vinculadas al comercio y la hostelería donde el número de empresas no ha crecido de manera significativa en la última década, pero sí lo han hecho en términos de creación de empleo. El comercio y la hostelería han duplicado empleo en Langreo, creando más de setecientos empleos netos en una década y aportando el 11,2 por ciento de las personas ocupadas en el municipio. Pero por otro lado, hay una rama de actividad que cada día es más importante en las economías avanzadas, los servicios industriales y avanzados a empresas. Se trata de actividades con gran potencial de crecimiento y de creación de riqueza. Este tipo de empresas se ha multiplicado por tres en la última década, y ha permitido crear más de trescientos nuevos empleos, hasta el punto de que hoy estas actividades superan en empleo a las vinculadas con la minería. Ésta es la foto del futuro de Langreo y es el resumen de la gran transformación económica del municipio. Una transformación que se traduce en renta para los ciudadanos, la cual crece no por las prejubilaciones sino por la actividad empresarial.

Langreo tiene ante sí el reto de seguir llevando actuaciones de ciudad para consolidar su ritmo de crecimiento y su modernidad. Existe un campo de trabajo para seguir impulsando espacios para la atracción de nuevas actividades empresariales, tanto industriales como de servicios, si Langreo aprovecha su localización estratégica en Asturias, en pleno corazón de su área central y con un mercado potencial de más de 700.000 habitantes en un radio de treinta minutos por vía rápida. Sus comunicaciones y su historia abren vías para potenciar un turismo «diferente», cultural, vinculado a su arqueología industrial, y aprovechar el efecto llamada que equipamientos tan significativos como el Centro Internacional Oscar Niemeyer o la Laboral van a generar proyectando Asturias en el mapa cultural internacional. Además, es recomendable seguir ahondado en políticas de vivienda accesible para los jóvenes y ganar parámetros de calidad de vida desde un punto de vista urbano y ambiental, potenciando el comercio y la hostelería de calidad y acercando la política pública local y regional a las necesidades del empresariado y de los ciudadanos. En este contexto, la foto de la crisis industrial de Langreo, en muy poco tiempo, formará parte de su patrimonio histórico.

Javier García y M.ª del Pilar Quindós son director general y consultora del Instituto CIES.