Aunque ésta del Occidente es tierra de arado y sembradora, no abundan las celebraciones en honor de San Isidro Labrador. Pasó a ser historia la que estaba muy arraigada en Bustiello, en el límite de los concejos de Salas y Pravia, en la ladera norte de La Estrada, pero ahora el bosque y la maleza se ha comido los caseríos y un ganadero de Mallecina arrendó todas las fincas y tiene ganado de carne pastando en el territorio en que se sembraba maíz.

Más hacia la marina nos queda San Isidro en La Tabla de Cudillero. Pertenece este pueblo a la parroquia de Faedo y desde hace un par de meses conecta directamente con la Concha de Artedo, si bien por la montaña tiene también buena comunicación con Escoredo, territorio praviano dedicado en su mayor parte a las fabas en las tierras de labor y a la explotación de la madera en montes mancomunados y de los que el vecindario saca un buen rendimiento que se invierte en obras de mejora de los pueblos.

La Tabla es, a efectos de organización vecinal, una de las parroquias rurales que tiene el concejo de Cudillero y que vienen a ser como juntas vecinales que se encargan de velar por el monte, que realizan obras comunitarias y que administran los fondos que se sacan de las subastas del pino y del eucalipto. La ganadería se sostiene en este pueblo porque hay un joven, Víctor, que optó por quedarse y que a base de mucho trabajo va saliendo adelante con las consiguientes preocupaciones por los altos costos que está alcanzando la producción de la leche. Su padre, Sandalio, es el presidente de la parroquia rural y ambos, junto con María Ángeles -vocal de la parroquia rural-, Miriam -que vive en Tineo, pero que viene a ayudar-, Alfonso, Charo, Jesús y algunos otros vecinos, organizan las fiestas de San Isidro Labrador, que tiene ermita en lo alto del pueblo y que ha sido restaurada ya para las fiestas del pasado año, obra en la que Ángeles y Miriam hicieron de albañiles y pintoras.

Quizá porque en la aldea hay la sana costumbre de madrugar para sacar la tarea adelante es por lo que estos vecinos de La Tabla comienzan ya en el mes de marzo a preparar sus dos días de fiesta de San Isidro Labrador -iniciadas ayer con el bollo y que continuarán hoy- editando un buen cartel que han distribuido en tiempo y forma por caminos y carreteras de todos los pueblos de Cudillero, Salas, Pravia y hasta por San Román de Candamo hay alguno colgado en los tablones de anuncios rurales. Basan la fiesta en la elaboración de un buen bollo preñao, que sale desde siempre de la panadería de Los Cabos de Pravia y, como son muy activos en la venta de los vales, consiguen reunir al caer la noche del primer día de fiesta a cerca de un millar de comensales en la carpa que tienen de su propiedad en las inmediaciones de la capilla del santo. Esta carpa la reinstalaron la otra tarde en plena tormenta de truenos, relámpagos y lluvia. Una buena pradera y cómodos accesos hacen que, efectivamente, Cudillero suba a La Tabla tanto para dar buena cuenta del bollo preñao como para disfrutar después del baile para el que tienen contratado ya de un año para otro al grupo «Ideas», de Cornellana, que tiene dos días de actuación, hasta finalizar esta noche de sábado con la verbena de cierre.

Ahora que desde la Concha de Artedo se sube en pocos minutos -siete kilómetros de ampliada y renovada carretera- desde la mar hasta Faedo y La Tabla, esta comarca de la montaña de Cudillero entra en una fase de desarrollo ciertamente interesante, puesto que ha dejado de quedar aislada y quedó unida directamente a la marina y en ella el turismo -con el apoyo de una excelente hostelería- tiene también orientaciones hacia el paraje y el paisanaje rural, puesto que se observa en todos estos pueblos gran actividad en la restauración de viejas caserías que pasan a ser residencias de familias que llegaron de otras latitudes y quedaron ancladas en el pueblo contribuyendo así a paliar la despoblación de las últimas décadas.

Pero la fiesta de ayer y de hoy en La Tabla tiene un significado muy especial, ya que una vieja aspiración de Sandalio y su equipo era la de rehabilitar la vieja escuela del pueblo para destinarla a centro social. Es un espléndido edificio de dos plantas que tiene ya las obras prácticamente terminadas en virtud de una subvención de cincuenta mil euros que ha aportado la Consejería de la Vivienda y Bienestar Social y falta únicamente instalar la calefacción, por lo que se espera que el Ayuntamiento de Cudillero eche ya el resto. Fue larga la espera por esta obra, pero ahora La Tabla, además de haber salvado su vieja escuela, cuenta con unas instalaciones sociales y culturales de primer orden y, por tanto, es motivo para que todo el vecindario lo celebre brindando por San Isidro Labrador, patrono del pueblo y al que le será ofrecida a la una de la tarde de hoy una misa solemne con acompañamiento de gaiteros de «Avanti Cuideiru». Hay que presumir que ésta no va a ser la única fiesta de la temporada en La Tabla, puesto que habrá, sin duda, inauguración de este centro social y cultural que parece casi un milagro en un pueblo pequeño pero muy activo y emprendedor en todo lo que se refiere a desarrollo comunitario. Pocos, pero arrimando bien el hombro.