La demanda desestimada a Telma Ortiz ha envalentonado a la prensa rosa, que ya especula con nuevos formatos de crónica social.
-¡Que no soy un personaje público, joder!
-Pero los lavabos sí.
-¿Qué?
-¡Haber ido a mear a casa!
-Oiga, yo...
-Usted es cliente de la misma panadería que un cuñado de la Princesa de Asturias.
-No jodas...
-¿Es cierto o no?
-Qué sé yo.
-Se rumorea que han comprado tres bollitos de cuernos...
-Ah, ¿sí?
-¿Estaríamos ante un nuevo caso de infidelidad?
-¿A mí qué me cuentas, chaval?
-¿Podría llegar a dañar la imagen de su cuñada?
-¿De quién, ho?
-¿Qué cree que opinará de esto la Casa Real?
-¡Dejaime mexar!
-Como asturiano, ¿qué valoración hace del «pipón» de Pipi?
-¿El qué?
-¿Prefiere la «poyeya» de Soraya?
-¿Pero de qué me estáis hablando?
-¿Es un referente para su vejiga la gaita de Hevia?
-Mecagonla...
-Díganos, ¿qué siente al miccionar?
-¿A que te meto una hostia, chaval?
-Oiga, estamos haciendo nuestro trabajo.
-Tú sigue así, verás...
-¿Cómo definiría para los espectadores de «Lavabo público» el pis que surge de la sidra en...?
-¿Cómo sois tan gochos?
-Oiga, sin faltar.
-¡Os voy a demandar!
-¡Sí, sí! ¡Ja, ja!
-¡Dejaime mexar!
-¿Qué hubo entre usted y Fernando Alonso en La Manjoya?
-Una... una carrera de karts.
-¿Lo ve?, ¿ve cómo usted tiene interés mediático?
-Oiga, pero eso fue hace muchos años...
-¿Ve cómo buscó la notoriedad?
-Pero si éramos unos guajes. Casi ni me acuerdo ya.
-Lo vio todo el pueblo.
-¿Y qué?
-Le aplaudieron a rabiar.
-¡Dejaime mexar!
-Te aguantas. ¿Quién te manda ser popular?
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