Hoy les voy a hablar de la economía de la ciencia ficción. Hemos oído decir al gobierno, a la oposición, a los medios de comunicación y a algunos gurús desorientados que la solución para la crisis española está en el cambio del modelo de crecimiento. Parece ser que los sectores tradicionales como la construcción de viviendas, la obra pública, la industria básica y de transformación, la auxiliar y la de servicios de siempre (turismo y otros) están agotados, no pueden seguir tirando del desarrollo. Así que nos recomiendan cambiar a un proceso productivo basado en el conocimiento (?) y la economía sostenible (?). Me voy a explicar. Nuestros gobernantes preconizan reconducir el modelo productivo, lo que implica que, a partir de ahora, ya no vamos a vivir de las actividades tradicionales, sino de las tecnologías de la información y comunicación (TIC), de las ciencias de la salud, de los sectores vinculados al cambio climático, al ahorro energético y al turismo de calidad (el otro, el que supone el 90% de los ingresos españoles? ya no vale).

Sí, queridos lectores, han entendido bien, en esto se basará la economía española. Pues para que sean conscientes, estos sectores de futuro solamente representan, en la actualidad, el 10% del PIB de nuestro país, lo que implica que para superar la crisis, por esta vía, nos va a costar más de 10 años. ¿Qué es eso de cambiar de modelo como si fuera cambiar de chaqueta? Como si se pudiera tocar un botón y empezar a reciclar y poner en funcionamiento nuevas actividades limpias, rentables y productivas en un corto período de tiempo, en dos o tres años. ¿Alguien se puede creer que si a los trabajadores de sectores tradicionales (construcción, industria básica, turismo, empresas transformadoras y extractivas, transportes? etcétera) les proporcionáramos un ordenador y cuatro directrices, todos se pondrían a inventar una nueva forma de crear valor y ganarse la vida?

Si realmente queremos acceder a un nuevo proceso económico de generación de riqueza, hay que empezar por potenciar, mejorar y hacer mas eficientes y competitivos los sectores actuales. ¿Por qué no optimizamos los procesos de comercialización de productos que, la mayor parte, llegan al consumidor con precios duplicados o triplicados sobre el precio de producción? No se dejen engañar, las actividades y productos que nos permitirán salir de la crisis serán los de siempre, pero mejorados, sometidos a un duro ajuste para ser mas eficientes.

¿El futuro pasa por cambiar a un modelo basado en el conocimiento? Pareciera que el actual, en vez de estar fundamentado en el esfuerzo, la estrategia y la planificación, lo estuviera en la improvisación y la ocurrencia. Insisto en que la economía del futuro para superar la crisis pasa por mejorar nuestra competitividad y calidad. Estos dos conceptos, lamentablemente, no se inculcan con rigor en las universidades ni en las escuelas de formación. Muy pocas empresas y sectores entienden que la calidad es hacer las cosas bien y (si es posible) a la primera. ¿Saben ustedes dónde debe empezar el cambio de modelo? Pues... en reducir el número de empleados públicos. En el último año se han incrementado en 160.000 personas (es el único empleo que crece), mientras que en el sector privado dos millones de trabajadores han ido a engrosar el paro, hasta llegar a los cuatro millones. ¿Saben que el funcionariado anualmente nos cuesta a cada español 4.500 euros?.

A cambio, ¿han percibido ustedes alguna mejora en los servicios oficiales cuando van a hacer alguna gestión pública? Esta pesada carga es difícilmente soportable. Ningún país de nuestro nivel se puede permitir tener 17 comunidades autónomas y un Estado central, además de ayuntamientos duplicados (algunos en quiebra técnica), multiplicando exponencialmente las personas (con cargo a nuestros impuestos) dedicadas a una burocracia inútil.

Estos mensajes de crear un nuevo modelo productivo no son más que fogonazos verbales producto del desaliño mental de políticos y gurús. La realidad es que no hay que cambiar de modelo económico. Hay que hacerlo más eficiente, y así los nuevos sectores irán surgiendo de la iniciativa empresarial.