Ya sé que mucha gente no lo entiende. Sé que es difícil y que a veces debo hasta justificarme por quererte como te quiero. Porque estoy pendiente de tu estado de ánimo, de si comes o no, porque sufro por ti, porque has vuelto a estar enfermo y he llorado estos cuatro días, en los que has estado ingresado. He soñado contigo, he deseado que, al menos esta vez, volvieras a casa. Sé que estás mayor, que te queda poco, pero no quiero ni oírlo. Sabes perfectamente que te he cuidado con todo mi amor, que me he pasado muchas noches, cuanto eras un bebé, contigo en los brazos, para que no despertaras con tus llantos a toda la casa. Sabes que desayunamos juntos desde hace más de 13 años, que nuestra charla siempre está amenizada por tus protestas, porque siempre estás incordiando, que te riño, pero que como siempre no cumplo los castigos, que me da pena ver tus ojos mirarme asustado. No quiero que nadie me tenga miedo, sería lo último. Tú, está claro, nunca me lo has tenido, haces lo que quieres y no me importa, porque te quiero. Estás maleducado, ya lo sé, pero? tú me quieres? y mucho. Y te enfadas cuando me voy; estás horas sin querer mirarme, apartas la cabeza si te quiero dar un mimo? como ahora? no comprendes que te haya dejado con desconocidos, sin nadie querido a tu alrededor. No entiendes que era por tu bien, que lucharé hasta el final para que los años que te queden pueda devolverte algo de lo que tú me has dado. Nos has dado tanto. ¿Te acuerdas? Todas esas noches, casi de madrugada cuando llegaba de trabajar, agobiada, harta, cuando todos dormían en casa, tú estabas esperándome? y cuando exhausta me tumbaba en el sofá para relajarme antes de ir a la cama, tu corrías a encontrar el hueco de mis rodillas, donde pones tu cabecina y que ya para siempre será tuyo. Y la soledad desaparecía, me sentía acompañada, reconfortada. He llorado mucho y me has limpiado las lágrimas, a veces cuando nadie sabía que yo estaba triste. Tu sí. Siempre lo has sabido. Y también nos hemos reído mucho, haciéndote el cojo sólo cuando yo te miraba, para castigarme por no hacerte caso? Sé que nunca me dejarás, que nunca jamás me harías daño, que eres fiel y noble conmigo, que no me traicionarás?, sé que morirías por mí. Y sé que hay cosas y situaciones mucho más importantes que preocuparme porque estés enfermo y seas viejo? pero esto, «Molke», me lo dice la cabeza, no el corazón? así que por favor, quédate conmigo? ¿sabes? Todavía te necesito mucho, mucho? y te quiero? aunque seas solo un perro.