-¿A qué huele?

-A cerrrao, joder, ¿a qué va a oler?

-Espera.

-¿Qué?

-¡Espera, ho!

-¿Qué quies?

-No entres de sopetón.

-¿Por...?

-No toy mentalizáu, Rolindes.

-Haz el favor.

-¿Y si acampamos en el pasillo?

-¿Qué, ho?

-Una excursionina por la moqueta, algún largo en la bañera...

-¡Chiflaste!

-Una escalada al aparador...

-¡Calla la boca, ho!

-Necesito estirar el veraneo.

-Ay, trata de olvidar Sanxenxo, vida.

-Ye fácil decilo.

-Camina.

-Poco a poco, eh.

-Venga...

-El miércoles, si eso, ya levantamos la persiana.

-Sí, ho. ¿Y les maletes?

-La próxima semana.

-Qué perezosón yes.

-¿Habrá leche en la nevera?

-Qué coño va a haber...

-Me apago mentalmente.

-Tienes más cuentu...

-Ye la falta de luz.

-¿Tráigote el flexo?

-Los días fáense más cortos y grises.

-Dio bueno pa mañana...

-No me hables de mañana.

-¿Por?

-¡Volver a ver a esa pila de cabrones!

-Dijiste que dejarías de ser negativu.

-La dichosa rutina...

-Voy comprate unos fascículos.

-¿De qué, ho?

-Pa vivir en armonía.

-Espérame en el sofá, Rolindes.

-¿Qué dices?

-Igual vuelvo, pero... otru día. www.elcopista.com