A la altura de Ariza (Zaragoza) un ave chocó el otro día contra un AVE. La verdad es que no sabemos qué derecho prevalece en este caso, si el del buitre -ya muerto-, o el del tren contra el que se estampó, un Velaro Siemens al que se le fracturó la luna frontal de la locomotora. Claro que estas cosas tan tremendas sólo pueden acaecer donde existe el AVE, cosa que Asturias no verá hasta dentro de unos cuantos años. A que haya buitres ya estamos acostumbrados. En fin, que a falta de poder relatar estos sucesos vamos a sobrevolar un poco el mundo. Existe una compañía ferroviaria australiana -la Queensland Rail- que circula sobre vía métrica, concretamente de 1.067 milímetros, es decir, casi como nuestra Feve. Pues bien, dispone de trenes pendulares, como el Talgo, de origen sueco, que alcanzan velocidades de 160 kilómetros por hora. Y la red convencional del Japón -la que no es el Shinkansen, o trenes bala- es también de vía estrecha y algunos de sus convoyes alcanzan los 120 kilómetros por hora, por ejemplo entre Nagoya y Nagano.

Contamos estas cosas porque se nota mucho que la empresa Feve está presidida por un político desde hace un tiempo. Desde que Ángel Villalba, prominente socialista leonés, llegó al cargo no hemos escuchado más que proyectos fabulosos para la vía estrecha del Norte. Por ejemplo, que van a instalar un tercer carril interior en la vía del viejo paso de Pajares para que puedan circular trenes de ancho métrico. O también que quieren hacer que desde de Unquera hasta Vegadeo los Feve atraviesen Asturias a 160 kilómetros por hora. Pues nada: de esto último hay precedentes reseñables, como acabamos de recoger. Por tanto, que se dejen de faroles y que se pongan a ello. Y cuidado con los buitres.