El Gobierno del Presidente Rodríguez se está dedicando a prohibirnos ciertas actividades, como si nos encontráramos inmersos en una dictadura. Va a prohibir fumar en establecimientos públicos, y a pesar de ser una medida muy controvertida, yo estoy a favor de ella, pero por una sencilla razón que paso a explicar. El fumador expone que es libre para hacer con su cuerpo lo que quiera; es cierto: si una mujer puede abortar sin pedir permiso a nadie, también podrá fumar. Pero quien fuma delante de otra persona hace que ésta inhale el humo del tabaco (fumador pasivo), el cual va a ser perjudicial para su salud (está demostrado); es decir: está coartando su libertad (al igual que la libertad del feto). Es el principio de todo acto democrático: uno puede actuar libremente, mientras no atente a la libertad de otras personas.

En cuanto a prohibir las corridas de toros (yo no asisto a ellas), probablemente haga que desaparezcan los ganaderos y con ellos las dehesas, tal vez para construir esos edificios horrorosos y amontonados que terminarán por destrozar el paisaje. Además, también es muy posible que contribuyamos a que desaparezca una especie animal, como es la del toro bravo de lidia; si no hay corridas de toros, ¿qué interés tiene su cría y fomento?

Pero puestos a prohibir... ¿Por qué no se prohíben los programas de televisión que resultan ser una bazofia? La televisión ha de servir para entretenimiento, pero, además, para intentar aumentar la cultura del pueblo y no para anularlo mentalmente (¿o acaso interesa esto último?). No es normal en un pueblo medianamente culto que personajillos de tercera (por decir algo), que sólo han demostrado llevar una vida descarriada (por lo tanto, no son una referencia a copiar), sean figuras de culto. Me pregunto: ¿qué científico llega a cobrar la mitad que ellos? Para reflexionar?

¿Y por qué no se prohíben todos los aditivos de los alimentos, que atentan contra nuestra salud? ¿Qué intereses oscuros hay detrás de todos ellos? ¿Quiénes se benefician de su presencia en nuestra alimentación? Sabemos que algunos de estos aditivos, en ciertas dosis (suelen ser acumulativas), pueden favorecer la aparición de algunos tipos de cáncer. ¿Por qué no se adopta una postura radical con este tema?

¿Y qué decir de algunos pesticidas? Están haciendo que la calidad del semen de los varones haya menguado de forma drástica en los últimos años. Lo mismo se puede decir respecto a que algunos de ellos pueden favorecer la aparición de tumores, pero... ¿Se ponen los mandatarios a trabajar sobre ello? Tres cuartos de lo mismo podríamos añadir de los residuos tóxicos, de las radiaciones, de la salud acústica (pensemos en las motocicletas en las ciudades), de las grasas trans, etcétera.

Pero puestos a prohibir? yo también prohibiría la figura del político profesional. Me explico: ¿qué es eso de comenzar en la política con 20 años y medrar en ella hasta el fin de la vida, sin haber demostrado nada en la sociedad? ¿Qué sabe hoy en día un político de lo que ocurre en la calle? Sólo se acercan a ella en época preelectoral, para repartir pegatinas y flores... ¿Qué sabe un político, con los sueldos que ellos mismos se marcan (hay que añadir dietas, conceptos de viajes, etcétera), de lo que siente un mileurista o un parado?

Por mi parte, propongo, que quien quiera dedicarse a la política ha de haber destacado primero en su sociedad (bien por su forma de actuar, pensar o trabajar) y, después, si quiere ofrecer sus servicios al pueblo, puede dar ese salto, pero por un plazo máximo de no más de siete u ocho años, tiempo suficiente para aplicar sus habilidades para el bien de todos, y no del suyo propio, como es lo habitual en los tiempos que corren. Fuera de ese plazo volvería a sus quehaceres habituales, ¿qué les parece la idea?