La historia de Avilés es de las más ricas y salerosas que se pueden encontrar en libros, libretos, diarios y telediarios.

Por ejemplo, coge usted el día de hoy, este 15 de enero, en el que el sol salió a las 7.36 horas y puede tener cierta esperanza de que la jornada sea histórica. Porque si echa la vista atrás?

Fue un 15 de enero de 1479, cuando los Reyes Católicos conceden a Avilés un mercado franco semanal, que todavía continúa celebrándose, «el día de lunes de cada semana, desde el sol salido fasta ser puesto». Privilegio mercantil destinado a que se recuperase Avilés después del desastroso incendio que había sufrido en noviembre del año anterior y que destruyó cerca del 70% de la villa.

El 15 de enero de 1876 fue aprobada por el Pleno del Ayuntamiento, presidido por Bonifacio Heres, la compra de nueve estatuas basadas en motivos mitológicos griegos, a una empresa de París, y destinadas a adornar el paseo del Bombé (en la actual calle de La Muralla, entre el palacio de Camposagrado y la calle del Muelle) y más tarde trasladadas al parque del Muelle, donde todavía hoy lucen.

El 15 de enero de 1892, se aprueba el cambio en nombres del callejero (deporte municipal muy habitual en Avilés a lo largo de su historia) entre ellas todas las de Sabugo. El cambio se hizo a partir de un informe elaborado por eruditos como Sánchez-Calvo y David Arias.

El 15 de enero de 1922 entra en servicio el tramo Salinas-Arnao del tranvía eléctrico, que mantuvo servicio público de viajeros, entre el centro de Avilés y alrededores, hasta el día de fin de año de 1960.

El 15 de enero de 1987 la dantesca reconversión siderúrgica que viviría Ensidesa se materializó con el anuncio del cierre de ocho instalaciones de la factoría de Avilés, entre ellas dos hornos altos, una acería y un tren de laminación. De aquella tacada sólo queda una chimenea, ¿a que no está mal? ¡Toma ya patrimonio industrial!

El 15 de enero de 2002, a las 13.00 horas, se coloca un nuevo reloj de sol en la fachada del Ayuntamiento. Una magnífica y medieval idea, ya que el personal podrá saber por fin la hora (eso sí: cuando haya sol) porque, como es famoso, ésta es la ciudad de los relojes dormidos.

Hay más quinces de enero históricos, que lo sepan los tristes. Además, hoy hay eclipse parcial de Sol y Luna nueva.

Así que el no se consuela es porque no quiere. O porque no aprendió.

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