Poco a poco, vamos sabiendo ahora más cosas de ella. Por ejemplo, que en 1985 leyó su tesina titulada «Consideraciones sobre estética dentofacial» en la Universidad Complutense... Curioso tema, este de la estética dentofacial, que nos sugiere no sé si agitadas reflexiones sobre la creación artística propias de Leonardo da Vinci, o de Freud, o de Dalí. Una aportación original, en todo caso. La boca puede dar mucho de sí, estética y simbólicamente, para la teoría del arte, y en el caso de Margarita Alonso Saiz sucede, además, que el interés por esa importante parte del rostro humano le viene seguramente por influencia familiar (su padre regentó hace años en Oviedo una acreditada clínica de prótesis dentales).

Tuvimos el honor y el privilegio de conocer a Margarita hace más de 30 años en Llanes, cuando ella, con 20 abriles a cuestas, planificaba su marcha a Madrid para estudiar Bellas Artes. Vivía entonces en la calle Quintana de la capital del Principado y sabía observar con alegría serena y contagiosa el microcosmos llanisco -la finca de Labra, donde se celebraban las verbenas de San Roque, la música de la orquesta «Gran Kapitol», la playa de Guadamía, los autocares Mento y el tren de Feve, que nos llevaba con nuestros bocadillos hacia un destino ilusionante, por los confines de aquel Llanes idílico de 1977-. Pero perdimos el contacto con Margarita (aunque no su recuerdo).

Ahora, el rastro de aquella mujer ha venido a recuperarlo el periodista Ramón Muñiz Abad, autor de una entrevista a Margarita que la ha posicionado en el escenario infinito de internet, haciéndola localizable en la elocuencia de sus frases de valiente guerrillera del arte y de madre de familia pequeño-burguesa (tan radical y rompedora en una faceta como convencional en la otra): «Oviedo es realista, la vanguardia pide viaje»; «Oviedo es una ciudad muy clásica, con pautas muy establecidas respecto al arte»; «yo necesito que mi trabajo no se convierta en una rutina, que no se haga fácil».

Margarita Alonso Saiz, que en 1994 fue finalista del premio «Blanco y negro» en su XIII Edición, no ha perdido la relación con Asturias. Dentro de unos días, la Asociación Galbán, que es una de las puntas de lanza de la lucha contra el cáncer infantil, va a inaugurar en el auditorio Príncipe Felipe de Oviedo -el 6 de febrero- la tercera exposición colectiva de pintores solidarios con su causa. Ahí estará Margarita otra vez, como en los años 2007 y 2008, con dos o tres de sus obras pictóricas, que suelen ser todas ellas reflejo de una actitud innovadora y experimentadora alrededor de dos temas, sobre todo: el agua y el bodegón. Y a su lado estarán otros artistas que colaboran en las campañas que impulsa Galbán: Hugo Fontela, Valentín del Fresno, Manolo Linares, Favila, Kely, María Antonia Lorenzo Paredes, María José González, Marga González Canga, Gonart? Así hasta sesenta o setenta creadores plásticos. La reencontrada Margarita, que hace pocas exposiciones, colgará sus cuadros el próximo verano en Comillas, y es de esperar que a no tardar mucho lo haga también en Llanes.