Las vicisitudes en la Federación Socialista Asturiana (FSA), con el rechazo de Areces como candidato autonómico y la postulación de Javier Fernández, crean dudas no pequeñas acerca de lo que sucederá en las elecciones al Principado de 2011. Dudas socialistas queremos decir, pues ya hemos escuchado que el partido emprenderá el lanzamiento público de Fernández, ya que el hecho es que al extrovertido Areces le conoce todo el mundo, pero el secretario general de la FSA-PSOE es hombre muy discreto, e incluso tímido. Es más, su estilo de gobernante sería probablemente lo opuesto al actual presidente del Principado.

Así que hay que lanzar a Fernández, del mismo modo que sectores del Partido Popular dicen que hay impulsar la candidatura de Francisco Álvarez-Cascos, no porque sea un desconocido, sino por todo lo contrario: es demasiado conocido por gentes de su formación política que sienten pánico al pensar que se meta en Asturias y comience a poner orden hacia adentro, aparte de fustigar sin clemencia a sus oponentes políticos.

Lanzar a Cascos parecería cosa sencilla, pues muchos asturianos le votarían, pero ya decimos que el entusiasmo es más exterior que interior.

No obstante, parece ser que se está a la espera de la voz de los oráculos locales, principalmente el del alcalde ovetense, Gabino de Lorenzo, que ya ha empezado a decir cosas en público, pero que seguramente espera a que llegue el momento de sentarse mano a mano con Cascos para proceder a la acotación del terreno en el PP asturiano.

La voz de lanzamiento que con toda seguridad no se espera es la de Pilar Fernández Pardo, presidenta del PP de Gijón, ya que suele decirse que la Villa de Jovellanos contiene un importante núcleo casquista que, o no milita en el partido o sencillamente se fue de éste.

Pero una vez intuidos estos posicionamientos, lo que queda por determinar es la lanzadera principal, que se halla en la calle de Génova de Madrid, donde tiene despacho un tal Mariano Rajoy.