Ya vamos acumulando datos sobre el futuro ferroviario del Norte y de Asturias y Gijón en particular. Por lo pronto, todas las anchoítas del mundo no le han servido al presidente cántabro Revilla para que Zapatero tenga piedad del AVE Madrid-Santander, que es una de esas piezas de la Alta Velocidad que serán desplazadas y retrasadas a causa de los recortes en el Ministerio de Fomento.

Se ve que el criterio es amputar por los lugares donde los proyectos estén menos avanzados, cirugía que, aunque aplicada a Cantabria, no será la utilizada en la Galicia de los amores del ministro Blanco. En diferentes aspectos, ambas comunidades son las más retrasadas en el mapa de la Alta Velocidad española, pero ya decimos que tira más un ministro oriundo que una tonelada de anchoas.

Bajo ese criterio, nuestra variante de Pajares ha de ser finalizada, pues el derroche de acabar de construir la infraestructura, pero no instalar la estructura ferroviaria (vías, electrificación, señalización, etcétera) sería incomprensible y dañino en las urnas. No sabemos cómo, pero algún tren bonito, aunque no AVE, sino probablemente de ancho variable, llegará a través de la Variante hasta Pola de Lena. A partir de ahí, la incertidumbre, pues el tendido reformado hasta Gijón se elevará a una cantidad de dinero más propia del recorte o de la demora que de la rápida ejecución en estos tiempos críticos.

Y sobre lo que suceda con la red gijonesa no hay más que silencio del Ministerio y conjeturas optimistas de la municipalidad. Si en tiempos de prosperidad ya dijo Fomento que esto de Gijón salía muy caro, ahora, en la penuria presupuestaria, hemos de ponernos en lo peor. Juntando cosas que se dicen aquí y allá en los mentideros ferroviarios e infraestructurales, hemos calculado que 2018-2020 será el período en el que un AVE de verdad acceda a Gijón o que sea posible viajar en Cercanías desde Oviedo o Avilés hasta el campus o Cabueñes. Es verdaderamente desolador, pero la contrapartida de ello podría ser que otros gobiernos diferentes a los actuales, aquí y/o allá, enmienden todos los errores de planificación ferroviaria acumulados estos años en Asturias y Gijón.