El IES Mata Jove ha celebrado este lunes, día 22, los actos oficiales de su 25.º aniversario desde que se inauguró como centro de Formación Profesional, enfrente del IES Padre Feijoo. Tiempos de luces y sombras, así las pérdidas de los ciclos de Hostelería y Electrónica. El barrio ha dado un gran salto adelante en estos años, con la adecuación de la playa de El Arbeyal, donde volverá a celebrarse la «Semana negra» en 2010, o la casi peatonalización de la avenida de la Argentina.

La Calzada, uno de los barrios más populosos de la ciudad tras El Llano, donde vivo, ha cambiado mucho y para bien, en general. A ello han contribuido nuevos servicios, no sólo educativos, sino también sanitarios, como el nuevo centro de salud entre el IES Mata Jove y el IES Padre Feijoo, el complejo deportivo de piscina y pistas de pádel cubiertas, un seguro ante el clima nublado asturiano, o de ocio, como los multicines con sus cómodas butacas en graderío inclinado.

Una de las cosas que me sorprendió durante los tres cursos que di clase allí de Geografía e Historia fue la expresión del alumnado: «A la tarde hemos quedado para ir a Gijón»; ¿es que La Calzada no está ya en Gijón? -pensaba para mis adentros-, en la medida en que estaba arraigada la idea de distancia física respecto del centro de la ciudad, y con ella probablemente también de mentalidad, de ser barrio periférico. Cada barrio es distinto, pero no debe estar apartado.

La entrada al IES estaba en un estado bochornoso, con un acceso de 3 a 5 metros de ancho, que se embarraba cuando llovía, a compartir por coches y adolescentes en los momentos de entrada y salida del recinto educativo. Aquello parecían las ruinas tras una batalla; afortunadamente, con reivindicación y esfuerzo, y a pesar de boicots académicos inesperados y sectarios, se consiguió adecentar la entrada gracias a la colaboración vecinal y municipal.

Entre lo peor, la constatación del fracaso de las medidas igualitaristas de la LOGSE, con la promoción automática de curso de 1.º a 2.º de ESO, que, evidentemente, en vez de fomentar el mérito y el aprendizaje, impulsaba la gandulería y la conflictividad. La mayor segregación eran los grupos separados de «diversificación» por sus malos resultados académicos en las asignaturas obligatorias, que daban pocas opciones. Entre lo mejor, el alumnado de Bachillerato, ya más filtrado según avanzaban los cursos, tanto en el aula cuanto en otras actividades, por su interés y cordialidad, recordamos las salidas culturales, caso de los viajes a Galicia o Madrid, donde se complementaban las visitas de interés con la diversión, más intensa que tímida, y, si no, que se lo pregunten a los brindis al sol al amanecer...

El Mata forma parte de la personalidad de La Calzada, como La Calzada forma parte de la personalidad de Gijón, ciudad cosmopolita reflejada en los brazos abiertos del «Elogio del horizonte» que acogen a sus ciudadanos, insinuación entre la materia y el hueco, el cemento y el mar. Y que los IES y centros docentes gijoneses cumplan muchos más años con servicio educativo de calidad.