No hay pacto. Está claro que si no se modifica el modelo educativo, que ha llevado a que España encabece la lista del fracaso escolar y que haya sido el país que más ha bajado su nivel de lectura, lo que lo deja por detrás de Portugal, Eslovaquia, Luxemburgo, Corea del Sur, Polonia, Nueva Zelanda y un largo etcétera, situándolo en el puesto 35.º de 57 países, no hay nada que hacer. Hace falta dar la vuelta como a un calcetín a todo el sistema educativo español.

Es un asunto grave que hace años se veía venir. Basta un ejemplo: cuando yo comencé de psicóloga en el año 78 en un centro de Gijón, hacía una lectura y un dictado en primero de Primaria que todos los niños, salvo los que tenían dificultades, resolvían con normalidad, sin traumas aparentes y sin estar agotados por el esfuerzo; 20 años después, y una vez envenenado el sistema educativo por la LOGSE, esa lectura y esa escritura la podía pasar en quinto de Primaria, porque en primero resultaba totalmente imposible, puesto que no sabían leer correctamente ni, por supuesto, llegar a aquel dictado de mis primeros tiempos.

La enseñanza se ha ido deteriorando cada vez más por una ley que con diversos retoques y parches que no solucionan nada sigue imperando, que es la LOGSE. La disfrazan, pero sigue siendo la misma. Ni el Partido Popular ha actuado como debería haber hecho en su momento, derogándola, y cambiándola totalmente, ni, por supuesto, el Partido Socialista, que fue quien la implantó.

Un desastre que se hace patente y evidente, cada día más. Recibo currículum de licenciadas con unas faltas de ortografía que dañan la vista. Los chicos en la clínica preguntan hasta la palabra más sencilla cuando hacen los cuestionarios, porque no conocen su significado. Tienen tantas materias, a veces absolutamente inútiles, llegando un alumno a tener hasta trece asignaturas en un curso, que se acaban dispersando y desesperando. Están hartos de cambios constantes: ahora te examinas en septiembre, ahora no; ahora pasas con dos, ahora no. Y todo distinto en cada comunidad, que es otra barbaridad, y así con todo esto nos encontramos con padres, profesores y alumnos totalmente confundidos y desmotivados, con la consiguiente falta de trabajo en lo que es verdaderamente importante. Si un niño no aprende, machaca. Hay que dedicar muchas horas para que sepa leer perfectamente, comprender lo que lee, escribir, redactar, siendo como es la base del aprendizaje. En caso contrario, el fracaso está asegurado. Los estudiantes de hoy distan años luz de los que estudiábamos hace años. No hay esfuerzo, también se agotan por tantas actividades extraescolares y materias, y no hay voluntad política de poner freno a este disparate. Mientras no se derogue totalmente este fracaso de leyes que llevamos arrastrando desde hace 20 años seguiremos en la cola de los éxitos y a la cabeza en fracasos.

P. D.: Por si alguien se confundió, que vivan el Sporting, el Madrid y el Atlético de Madrid, al que apoyaré con todas mis fuerzas...