Sí, el anuncio en la tarde noche del pasado domingo de un drástico recorte del déficit era la noticia positiva más importante en los seis años de Gobierno del presidente Zapatero y, claro, la respuesta de ayer fue fulminante: la mayor subida de la Bolsa española en toda su historia.

Los que ayer entraron en masa en el parqué español son los mismos que hace una semana huían en desbandada. Ni entonces se comportaron como unos criminales, como ha llegado a decir nada menos que el fiscal general del Estado y con él toda la familia socialista, ni ahora se muestran como unos ángeles. Es el honrado mercado, simple y llanamente, y ahí están desde nuestros fondos de pensiones particulares hasta los comunes de la Seguridad Social, pasando por ahorros de todo tipo.

El domingo por la tarde recibimos la mejor noticia en los seis años de gobernación de Zapatero, al conocer el fuerte recorte que iba a darle al déficit, y ya en la madrugada del lunes fue superada en el ranking y primacía por otra noticia aun mejor y trascendente: la UE ha aprobado unos dineros espectaculares para cubrir el agujero español, así que ZP ha dejado de ser virtualmente presidente del Gobierno.

De ésta perdemos soberanía a chorros, pero, como decían los afrancesados en aquellas horas límite, mejor estar gobernados por un extranjero válido que por un compatriota completamente incompetente.

Europa -o sea, Alemania y su escudero Francia- nos va a cobrar a precio de oro molido la ayuda. De momento, ya ayer mismo exigieron un recorte aún mayor del déficit.

Ni los usureros y especuladores más crudos llegarían nunca a los límites que van a alcanzar francos y alemanes con sus durísimas exigencias. En dos generaciones no volveremos a aquellos años dorados de Aznar, cuando España era la envidia de Europa y aliada de privilegio de EE UU. Pero la alternativa sería ir de cabeza al Tercer Mundo, que era la hoja de ruta de los progres. Entre mal y peor, mal. Y mal sin ZP es bien.