Los vecinos de la parcela de la antigua factoría de Suzuki han salido en manifestación no pequeña camino del Ayuntamiento para rechazar que el Albergue Covadonga y Proyecto Hombre se trasladen a los edificios que la municipalidad ha proyectado para esa zona del Natahoyo.

Nos duele de veras que ambas instituciones, de lo más ejemplar que hay en Gijón, se hallen en la picota a causa de dicho traslado. Los vecinos argumentan, entre otras consideraciones, que la proximidad de centros escolares no es la circunstancia más adecuada para dichos centros sociales.

Y aunque el historial del albergue y de Proyecto no es problemático, este temor por los escolares que invocan los vecinos pertenece a esa esfera en la que el miedo es libre, es decir, las razones objetivas no lo persuaden a la primera. Situaciones semejantes pespuntean la historia de los barrios; por ejemplo, el rechazo que El Coto manifestó hace ya casi quince años a un centro de dispensación de metadona. Aquel problema tardó bastante tiempo en disolverse.

Ahora bien, en el caso del traslado de las referidas instituciones no cabe duda de que concurre cierta ligereza del Ayuntamiento a causa de motivos ya indicados aquí. Es el caso de la clausura de un edificio, el actual, que con tan sólo quince años de existencia sufre importantes deterioros y se ha quedado pequeño (también porque las necesidades son ahora mayores).

Igualmente, el Ayuntamiento parece no haber calibrado que mover estas actividades sociales siempre causan rechazo en el lugar de destino. Albergue y Proyecto estaban bien encajados en su actual emplazamiento, pero, ¡oh, sorpresa!: se tienen que ir justo cuando un plan edificatorio comenzaba a calentar la zona. Esta última circunstancia siempre ha dado mucho cante y no sabríamos decir si el Ayuntamiento ha pecado de disimulo, de torpeza, o de ambas cosas a la vez. A ver ahora cómo la municipalidad de Felgueroso remedia el problema de la parcela de Suzuki y, ante todo, salvaguarda dos instituciones admirables.