No hay nada que hacer con estos modernos inquisidores que son los políticos, excepto ponerse a salvo de ellos los más rápido posible. La intolerancia se manifiesta como no había ocurrido desde el franquismo. Sí, desde el franquismo e incluso ahora, en algunos casos, de manera más grotesca que en tiempos de la dictadura, porque se supone que estamos amparados por un sistema de libertades y la censura es algo abolido hace tiempo, como la esclavitud.

Prohíben todo aquello que ellos creen que nos va a sentar mal. Hasta un dibujo Disney, estereotipado, de tabernera bávara de pechos generosos, en un cartel del festival de la cerveza les parece ofensivo hacia las mujeres. Es sexista, dicen nuestras feminazis. Puestas, algunas preferirían el burka al escote. No lo duden, por muy chocante que les pueda parecer, si al dibujante se le hubiese ocurrido la disparatada idea de ponerle un velo a la tabernera no habría polémica ni censura.

Pero ya ven, el mismo ayuntamiento de Avilés que ha impedido a los organizadores de la feria celebrarla en las fechas que ellos querían y eran, además, las habituales de otros años; el mismo que tampoco les dejó elegir el emplazamiento que pedían, les quiere obligar ahora a retirar un afiche del que se han distribuido ya 1.500 copias por la ciudad. Sólo porque a una concejala de la marca Aído y a una experta en Educación para la Igualdad, que asiente, no les gusta. La «experta» va todavía más allá en las apreciaciones, añade que la tabernera del dibujo tiene los ojos y los labios de una muñeca hinchable. Se ve que está familiarizada con este tipo de juguetes. Yo, sinceramente, no creo que haya ninguna mujer con dos dedos de frente que se pueda sentir ofendida por el dichoso cartel.

Ahora, como el argumento de estas feroces guardianas de las buenas costumbres es que no se debe mezclar la cerveza con el sexo, lo que no sabemos es si su estrambótico celo feminista se va a extender durante la celebración de la feria impidiendo los escotes y las falditas de las visitantes.

El laboratorio Aído produce monstruos.