Cabe hacer un análisis de género. Los varones políticos del Partido Popular dicen «manda huevos» (Federico Trillo), o «vaya coñazo he soltado» (José María Aznar), o «coñazo de desfile» (Mariano Rajoy). Sin embargo, a la hora de proferir como Dios manda, como un carretero, nadie aventaja a las damas populares. Ahí está el «hideputa» que Esperanza Aguirre dedicó a no recordamos quién, más el semejante apelativo que la edila ovetense Isabel Pérez-Espinosa les acaba de ofrecer a los fotógrafos que la retrataban al llegar ella tarde a un Pleno del Ayuntamiento. Por tanto, vemos que los machos del PP tienen predilección por el «coñazo», que no hace falta explicar lo que es, mientras que ellas apuntan directamente a la madre de los que tienen enfrente. Si el feminismo es patrimonio de la izquierda, a esta condición desgarrada y aguerrida de las mujeres del PP tal vez habría que denominarla hembrismo.
De este modo, los «huevos» que manda Trillo o el «coñazo» que suelta Aznar son casi palabrotas blancas en comparación con la furia que demuestran ellas. Porque, vamos a ver, ¿qué mal hace un fotógrafo que hace su trabajo? Si fuera un plumilla que escribe cosas punzantes sobre Espinosa, todavía se podría entender que a ella le sucediese lo que a George Bush en Illinois, cuando un micrófono abierto recogió lo que el entonces candidato decía de un periodista: «Ahí está Adam Clymer; es un "asshole" de primera», que podría traducirse por tonto del culo, caraculo, etcétera. Pero ahí tienen a Bush: aquel periodista era probablemente para él como un grano en el trasero y, sin embargo, dejó tranquila a su madre.
En consecuencia, no se puede afirmar que la derecha sea malhablada en general, o más que la izquierda, porque este elemento diferenciador de las mujeres es cosa patente. Otro análisis posible sobre estos sucesos consiste en comprobar si Pérez-Espinosa es siempre así -temperamental, vehemente, fiera- o si las circunstancias presentes como precandidata han transformado su dulzura natural en acritud. Esto habrá que verlo otro día.
