A veces me paseo por el CIS como quien se pasea por el bosque para estirar las piernas, ver paisajes y, si se tercia, recoger alguna seta comestible. Así, paseando, vi un número atrasado, en concreto, el de octubre. Y allí, sepultado entre un montón de hojarasca (es lo que tiene el otoño) emergían una serie de preguntas sobre los partidos políticos.

Todos sabemos lo que los partidos dicen de sí mismos, pero en política lo que cuenta es la percepción de los electores. De los suyos y de todos en general, porque a cualquier formación que acude a las elecciones se le supone el deseo de abrazar el máximo de apoyos. ¿Y cómo ven los electores a los partidos? Vamos a ello.

El PP se tiene sobre todo por liberal. Se esfuerza en proyectar esta imagen. Pero los españoles, por mayoría abrumadora, lo consideran conservador (52%). Y en segundo lugar, demócrata cristiano (10%). Lo del liberalismo sólo se lo cree un 4%. Qué cosas, ¿verdad?

El PSOE oscila entre el radicalismo y la moderación según el momento y la fuerza de los vientos, pero los ciudadanos lo tienen claro: los de Zapatero son socialistas (49%). Lo de que sean socialdemócratas sólo se lo cree un 13%, aunque ésta sea la visión preferida de los votantes de IU.

¿Y la propia Izquierda Unida? A veces se autodefinen como ecosocialistas. Otras, como izquierda auténtica. Los ciudadanos lo tienen más claro: son comunistas (41%). Y sus propios votantes lo tienen más claro todavía (54%). Sólo en Cataluña se les tiene por ecologistas en segundo lugar.

Así que ya ven: conservadores, socialistas y comunistas. Lo clásico. La historia de Europa occidental en la segunda mitad del siglo pasado. Se echa de menos un partido con atributos centristas, que reparta sus etiquetas entre el liberalismo y la socialdemocracia.

Y luego están los que nadie sabe lo que son: la UPyD (Unión Progreso y Democracia) de Rosa Díez. Un 59% del electorado afirma desconocer la ideología de dicho partido. No se sienten capaces de situarlo en ninguno de los cajones tradicionales. Los pocos que creen saberlo están bastante repartidos: lo tienen por socialdemócrata (9%), liberal (8%), conservador (6%), socialista (4%)... Díez, Savater y compañía parecen haber cocinado el guiso de todos los gustos, pero que a la mayoría le sabe a nada. Es lo que tienen los paladares españoles, acostumbrados a los sabores recios e identificables.