El Ayuntamiento de Gijón acaba de dar dos tumbos judiciales de gran interés. Por eso seguimos insistiendo en que, pese a los premios a la transparencia que le dan a la municipalidad de Felgueroso, la cosa sólo será verdaderamente diáfana cuando el Consistorio cuelgue los fallos que le caen en su moderna página de internet. Las favorables y, sobre todo, las adversas.

También sería apropiado conocer en dicha página guay las minutas que paga el municipio, ya que el equipo de gobierno ha adquirido la perseverante costumbre de recurrirlo casi todo al Tribunal Supremo (TS) y los gastos no serán puñalada de pícaro. Además, el TS tiene sentencias interesantísimas, como aquélla en la que «por cuarta vez» repetía que el litigio en cuestión (sobre cierta selección de funcionarios) no era materia del alto tribunal.

Queremos decir que el Consistorio había palmado ya en tres ocasiones por lo mismo, pero seguía erre que erre. Mostrar las sentencias de manera asequible en la página web municipal significaría ofrecer a los ciudadanos un caudal de conocimientos, por ejemplo, cómo lograr la anulación de todo un Plan General de Ordenación, que fue lo que padeció el Ayuntamiento en julio de 2009.

Pero el conocimiento es poder y nuestro Ayuntamiento se lo reserva; o, mejor dicho, no lo muestra con la misma generosidad que anuncia la reposición de un semáforo o una colocación de baldosas, ya que disfrutamos de una de las municipalidades que más ruedas de prensa convocan y más comunicados lanzan al éter.

En cuanto a los dos tumbos mencionados, uno consiste en que el TSJA ha anulado el cese de Eduardo Junquera (PP) como consejero de la Empresa Municipal de Aguas, pues le echaron por contar algunas supuestas cosas feas que sucedían allí dentro. El otro es que hace poco el Ayuntamiento se mostró satisfecho con otra sentencia del mismo tribunal que anulaba varios apartados del convenio colectivo de los empleados municipales; por ejemplo, la liberación de delegados sindicales. Pero después de decirnos que la sentencia le beneficiaba, el Ayuntamiento ha recapacitado y la recurrirá ante el Supremo. Hay que ver cómo la pólvora del rey nunca se les termina.