Cuando los socialistas, liderados por Felipe González, abandonaron la Moncloa en 1996, dejaron una tasa de paro juvenil del 42% (habiendo llegado en años anteriores al 45%). Tuvieron que ser los gobiernos del Partido Popular, de la mano de Aznar y Rato, quienes bajaran esta cifra hasta el 18%. Hoy en día, tras seis años de socialismo, la tasa de paro juvenil vuelve a situarse en un 42% en nuestro país. Sólo con estas cifras es sencillo comprobar los beneficios que los jóvenes conseguimos al optar por una opción política u otra.

Hay más datos. Nuestra tasa de paro juvenil duplica la media de la Unión Europea y triplica la media mundial. Muchos de nuestros vecinos europeos no llegan ni al 10%. Por lo tanto, cada vez que nos dicen que esto es culpa, única y exclusivamente, de una crisis internacional nos están mintiendo. Nos están engañando para tapar su entera responsabilidad y su flagrante incapacidad para gestionar una crisis que afecta a los jóvenes más que a nadie.

¿Qué soluciones ha adoptado el Gobierno de Zapatero? Aprobar una reforma laboral que potencia y fomenta la contratación temporal y los contratos basura. Así, un joven que es contratado por una empresa hoy en día puede tener un contrato en prácticas durante cuatro años consecutivos, cobrando entre el 60 y el 75% de lo que cobran sus compañeros de profesión. Así se explica que el 46% de los jóvenes tenga contratos temporales o que los jóvenes cobren, de media, un 40% menos que nuestros mayores. Y esto lo ha aprobado el Partido Socialista, el mismo que se presenta como defensor de los obreros, de los que peor lo pasan y de los explotados y oprimidos por el malvado capitalismo. El mismo que salió a la calle para protestar por una reforma laboral del anterior Gobierno que no suponía ni la cuarta parte de lo que ellos acaban de aprobar.

Por otro lado, nos cuentan que la salida de la crisis pasa por la educación y, sin embargo, el informe PISA nos vuelve a colocar a la cola de Europa en cuanto a nuestro sistema educativo. Esto se traduce en que el 31% de los jóvenes abandona los estudios de Secundaria (10 puntos por encima de la media de la UE) y el 34% deja los estudios posteriores (sólo superados por Turquía y Malta). Pero lo que es más grave, España cuenta con más de 750.000 jóvenes que engrosan ese grupo tristemente conocido como la generación «ni-ni» (ni estudian, ni trabajan), muy por encima de la media de la Unión Europea.

Por desgracia, hay más datos. El 40% de los titulados universitarios trabaja en puestos inferiores a su capacitación y, por lo tanto, cobran sueldos más bajos de lo que debieran (siendo, de largo, el porcentaje más elevado de la Unión Europea). La ventaja salarial de los titulados universitarios frente a quienes no lo son ha caído un 40%. O también podemos hablar de que sólo el 25% de los titulados cobra 24.000 euros al año (cuando hace pocos años eran el 40%). Peor le va a quienes han estudiado Formación Profesional, ya que sólo el 9% de ellos cobra 18.000 euros al año, cuando hace pocos años superaban el 32%.

Ésta es la cruda realidad, avalada con datos extraídos de los organismos oficiales. Y ésta es la realidad que debemos explicar y repetir a los jóvenes para que la conozcan y para que juzguen con suma dureza a los culpables de nuestra situación. La izquierda ya nos ha engañado bastante y no volveremos a sucumbir a sus cantos de sirena, a sus bonitas palabras, a esos valores universales de los que tanto hablan, a sus hermosos propósitos, a su manera de contarnos la historia o a sus logros defendiendo a colectivos de los que se apropian indebidamente.

Cada vez que el PSOE gobierna, el paro se dispara, aumentan las injusticias sociales y hay un empobrecimiento de la sociedad. Y los jóvenes, que somos quienes más sufrimos las consecuencias de sus gobiernos, tenemos muy claro cómo se lo vamos a hacer pagar. En mayo, tenemos nuestra primera oportunidad.