8 de la mañana, vapor de cafetera, cruce de miradas, se masca la tensión...

-¿Ta libre?

-¿Eh?

-El periódicu, ¿ye de la casa?

-Ah. Sí, pero no.

-¿Cómo ye ho?

-Toi leyéndolu yo.

-¡Pues lealu en voz alta, haga el favor!

-¿Perdón?

-Qué perdón ni que mi madre, ¡ye usté un provocador!

-¿Yo?

-Lleva tres hores con él, azorrando, pasando páginas despacín...

-¿Y a usté qué...?

-Mire, yo conózcolu del barrio, eh. Pero fácil que acabemos a hosties.

-¿Quién? ¿Usté y yo?

-Sí. Un día y otru día... ¡A facer los sudokus a la playa!

-¿Cómo ye ho?

-Tá pasándose de la raya, ¿qué quier, que y-pongamos un cronómetro?

-¿Qué ho?

-¡Que me pase el mentirosu! Que rule, ¿oíste?

-¡Ay amiguín, tienes un quiosco ahí fuera!

-Lo mismo y-digo. Aquí viense a hojear, esto nun ye una biblioteca.

-Haber llegao antes, ¿no te fastidia?

-¿Y luego?

-¿Eh?

-¿Pue pasámelu cuando acabe?

-No. Pidiómelu aquel señor.

-¡Meca, otru prejubilau!, ¡vaya mafia!

-¿Por?

-¡Parecéis aves de rapiña! ¿Ahora dabos por la letra impresa?

-En llegando a la prejubilación devóranse artículos de opinión.

-¿En serio?

-Sí. Así que nun me distraiga que toi excitau.

-Será el café.

-Será mierda pa usté.

-¡Oiga, a mí no me falte, que yo a usté no lu falté!

-¿Quier un euro pa dir al quiosco?

-Será por perres... ¿Y esi que tien ahí debajo?

-¿Cuál?

-Esi otru periódicu que tien ahí escondíu.

-Ah.

-¿Ye del chigre?

-Sí, ho, pero ye de ayer. ¿Quieslu?

-¿Y por qué lu tien ahí doblau con tanto misterio?

-Na, por joder.

-¡Oiga, ta jugando con fuego! Cuidadín, eh.

-¿Por?

-Aquí hay muchos desayunos y muchísima tensión.

-Bah.

-El día menos pensau va armase la de Dios.

-¿Pero usté vien a desayunar o vien a leer?

-Yo sólo quiero hojealu un poco... ¡Y toos aquellos tamién!

-Lo que nun se pue ye andar golifando entre las mesas, mirándome con odio... ¡Mamón!

-¡Tres hores con él! ¡Ye usté un provocador!